La nueva generación de informales

La nueva generación de informales y El contexto del Mototrabajador, es un circulo que seguirá rotando en la medida que siga existiendo el desempleo, una de las particularidades de los integrantes es que se trata de un sector fluctuante, el paso por esta actividad es transitorio, muchos Mototrabajadores consiguen por lo general un mínimo empleo temporal, toda vez que la constitución nacional prohíbe el ingreso de personas mayores de treinta años a actividades laborales. Por esta razón en los diálogos con los funcionarios públicos y el gobierno nacional se solicita el censo de la informalidad para determinar quién trabaja por necesidad, la elaboración del diagnóstico nos permite ir construyendo la política pública para este fenómeno social. 

Constantemente surge una nueva generación de informales, y está representada por la “piratería” y el empresarismo de avivatos, que poseen de dos a 30, 50 o 100 motos con entradas económicas diariamente de 10 mil o quince mil pesos por motocicleta. Esta invasión de motocicletas en las ciudades acrecentó la problemática social, en partes se han apoderado del servicio informal ante la crisis progresiva del desplazamiento interno por causas de orden público, pero también de los pequeños propietarios que son víctimas de los nuevos sistemas estratégicos de movilidad en las ciudades.

Según los estudiosos plantean que los pequeños propietarios del transporte formal operan con vehículos obsoletos, muchos de estos dedicaron la mayor parte de sus vidas a contraer deudas, muy pocos tuvieron su cuarto de hora para tramitar y negociar con el estado, mientras tanto fueron invadidos por una nueva generación de informales en motocicleta, que sobreviven ante la crisis laboral.                         

La dinámica del Mototrabajador ha sido reducida cuantitativamente, en la medida que los políticos cooptan los liderazgos, con el falso positivo de conseguirles seguridad y estabilidad laboral para sus actividades personales. De esta manera van intercambiando el derecho a trabajar en la moto y obtienen privilegios estatales, a cambio del cumplimiento de una maraña de exigencias tributarias que impone la empresa privada, es decir van entrando en el típico juego mercantilista del capital multinacional.

La descapitalización de las empresas y pequeños empresarios de Colombia, y la cantidad de conductores de motocicletas, ha generado la competencia desleal del rebusque en todos los niveles, mostrando a los cuatro vientos un servicio decadente y otro emergente, repitiendo las mismas condiciones del pasado, en muchos casos teniendo esta vez como víctimas a los victimarios.  Esta es, la razón fundamental del estado, absorber la “piratería”, en algunos casos, cooptando dirigentes y dándoles el ansiado reconocimiento administrativo para su labor a cambio de su sometimiento, a los controles gubernamentales; La lógica del funcionamiento y la evolución del transporte sugieren una conclusión paradójica: cada vez que un grupo de empresarios formales o informales, logra establecer un servicio relativamente completo, termina quebrando con los años, a los empresarios. Así la historia se convierte en un círculo vicioso de quiebras que tiene por responsable al sistema legal que produce el estado.

El contexto del servicio del Mototrabajador y del Mototaxista en general, es que no ha visto al sistema de gobierno, como el problema. En la mayoría de los casos se opta por responsabilizar a los alcaldes y sus burocracias y a los mismos informales. El hecho es que el sistema legal aparentemente no entiende la dinámica de esta actividad, solo se limita a aplicar la norma sin tener en cuenta al hombre y la mujer en situación, hasta ahora no existe política pública para esta informalidad, solo se limita a sancionar y cobrar.          
       
El sistema en general está concebido solo para tratar políticamente a un número muy reducido de grupos de interés y no contempla la problemática social en general como tal. Por estos días el gobierno práctica, el reconocimiento al movimiento social, al trabajador informal como un convenio a ser negociado en proyectos, pero, a cambio de aceptar la injerencia política y la imposición de múltiples impuestos, incluida la manera en que son controladas las tarifas de los servicios públicos, o los impuestos a la gasolina, a las grúas, a los parqueaderos, sin evaluar la relación con el mercado. A esto se le añade que la acción legislativa de los jueces se queda corta a la hora de aplicar justicia a través de la responsabilidad civil, y los procedimientos judiciales son engorrosos, la jurisprudencia tiende a imponer reparaciones irrisorias. En suma, el sistema de empresa, induce al estado a preferir el controlismo detallado de aplicación de la norma, sin tener en cuenta las problemáticas sociales y sus necesidades, entre ellas la construcción de política pública para la informalidad, que se adecue a los usuarios como para las demás personas que circulan por la vía pública. 

Conversaciones no formales entre Mototrabajadores y autoridades, (alcaldes, secretarias de tránsito, policía nacional, defensoría del pueblo etc.) y diálogos entre las mismas autoridades con el transporte formal exigiendo la prohibición del mototaxismo, son presiones de parte y parte, ya que existen algunas empresas de transporte formal que no cumplen con los requisitos de operación, que exige la superintendencia de puertos y transporte, cámara de  comercio y el ministerio del transporte, son actos que hacen que los alcaldes distensionen la presión, y dilaten las conversaciones o supuestos acuerdos.

Esta actitud permisiva de la autoridad local, hace que en el escenario nacional se incrementen los retenes u operativos de policía de vigilancia, otros operativos son mixtos policía de vigilancia y guardas de tránsito, en su gran mayoría los retenes requieren al motociclista solo para verificar la cedula de ciudadanía. Este reconocimiento parcial beneficia al Mototrabajador porque se reconoce un privilegio de no firmar decretos de restricción del parrillero e incluso se da el caso, de no firmar convenios con autoridades de tránsito, y se reduce la presión al Mototrabajador, convirtiéndose en incentivo para Mantener el servicio de transporte personalizado, Sin embargo, estos resultados en parte son negativos para las organizaciones de Mototrabajadores, ya que impide y afecta las capacitaciones organizativas, al no asistir con frecuencia a las reuniones en donde se hace y se construye conciencia social y popular.

Todo esto contribuye a que el tránsito en Colombia, supere registros de accidentalidad, comparado con los países europeos, en América latina hay más muertos que en Inglaterra. De alguna manera, los costos sociales son altísimos, las estadísticas internacionales no incluyen daños personales, ni muerte, porque los recursos de las autoridades están sobre todo dedicados a controlar políticamente a los transportadores, en lugar de controlar técnicamente el transporte. Todas estas dificultades han llevado a algunos a creer que se tiene que eliminar por completo el transporte informal y reemplazarlo por una empresa pública, con vocación social en donde se respeten, las normas de seguridad y calidad; pero una decisión de este tipo tendría resultados enormes si no se resuelve el problema de los ingresos a los millones de trabajadores informales.

Está comprobado internacionalmente, que los servicios de transporte masivo, no son la solución efectiva para el transporte de personas. Se calcula que, si el estado decidiera, eliminar o prohibir la actividad informal, ya sea de transporte o de comercio, pues se estaría obligando a sustituir la informalidad con inversiones millonarias, que rebasarían el doble del total de la inversión pública en el país, sin embargo, Colombia no tiene la capacidad económica adicional, para sostener el crecimiento de la demanda y al mantener la constancia, incurriría en pérdidas económicas.


Cartilla: Radiografía del Mototrabajador
Elaborada por Comisión Política de SUNMCOL – Región Suroccidente
Construyendo Unidad y Poder Popular
Con el apoyo de:
Corporación para la Educación y la Investigación Popular – CEDINS
Proceso Obrero Sindical del Congreso delos Pueblos.
2018


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