MOTOTAXISMO-PROCESO ELECTORAL Y EL MOTOTRABAJADOR
Popayán 18 de
Octubre de 2019, SUNMCOL Sindicato
Único Nacional de Mototrabajadores de Colombia, seccional Popayán, es la
organización obrero sindical constituida para la defensa del trabajo digno,
capacita y orienta a los Mototrabajadores en la resolución de conflictos
relacionados con la motocicleta y el mal llamado mototaxismo, lucha por la
protección social del mototrabajador, construye sentido de pertenencia y
capacita en competencias ciudadanas que garanticen y contribuyan en la búsqueda
de la Paz, la sana convivencia entre ciudadanos y la transición del trabajo
informal a la formalidad.
El presente
proceso electoral transcurre en un contexto de censura y manipulación de la
opinión por las empresas mediáticas, asesinatos de líderes sociales,
persecución al trabajo informal,
exterminio de la oposición, y de la organización sindical, social y
popular, el desplazamiento interno, y la violencia electoral. Es un escenario
hostil para la participación electoral y la movilización social. Hace mucho
tiempo en la forma de hacer política se perdieron los valores y la ética. La
democracia, hoy convertida en ignorancia, tiene la marca de los inversionistas;
grupos privados que operan dentro y fuera del proceso electoral y de los medios
de información mercantilizados, donde se definen los temas y se define el
“canon” informativo que la sociedad colombiana requiere para su desempeño
cotidiano. Ya no se hace periodismo, solo se venden pautas y propaganda.
Bajo el
capitalismo electoral, el derecho a elegir y ser elegido y la información se
convierte también en mercancía, se secuestra la voz de los Payaneses para
tribulaciones políticas y mercenarias, el “canon” el conjunto mínimo
obligatorio de información, no obedece a la producción social de conocimiento
colectivo, sino a la lógica del mercado.
Desinformar en
el proceso electoral no solo es suspender la “transmisión” de “datos”, es
también sepultar un canon social informativo obligatorio. Es reducir el acto
electoral al capricho mercantil de las campañas políticas, es redactar corpus
cercenados al antojo de una ofensiva contra la consciencia de los interlocutores,
para entregarles una visión o noción de la realidad deformada, desfigurada,
desinformada.
La propaganda
política es un fraude de punta a punta. No es una “omisión” más o menos
interesada o tendenciosa, no es una “falla” del método; no es un accidente de
la lógica narrativa; no es un incidente en la composición de la realidad; no es
miopía técnica ni es, desde luego, “gaje del oficio”. Es lisa y llanamente una
canallada contra el conocimiento, un delito de lesa humanidad. Es como privar a
los pueblos de su Derecho a la Educación.
La campaña
electoral no puede ser vista como época temporal de empleo para usar, utilizar,
manipular, abusar de las personas en estado de abandono estatal, desprotección
social y desprotección del grupo familiar. Manipular a la opinión pública con
personas incautas y que por falta de dinero venden su dignidad y personalidad,
es sinónimo de prostitución social; son daños sociales que deben ser
penalizados con el rigor ético, jurídico ya que atentan contra el tejido social,
producen desinformación pública y social, y violan los derechos humanos
fundamentales del ser humano.
Por estas razones jurídicas se aclara a la opinión
pública:
Que el voto
del mototaxista carece de un censo real y de él solo se acuerdan en épocas electorales.
Claro que somos un potencial electoral al cual se abandona apenas pasan las
contiendas. El mal llamado mototaxismo no puede ser reconocido solo en campañas
electorales, y que en sus prácticas los gobernantes los maltratan
jurídicamente, se les obliga a la deuda económicamente, se les discrimina
políticamente, se les victimiza con la norma que impone la empresa privada, se
les reprime con la policía.
Popayán
registra más de 120 000 desplazados víctimas del conflicto armado, procedentes
de otros municipios y donde no hay pruebas si sus cédulas de ciudadanía están
notificadas en la registradora local de Popayán. La ciudad blanca padece de un
desborde de la informalidad de migrantes extranjeros haciendo mototaxismo,
ventas ambulantes en semáforos y espacio público actividades que inflan la
informalidad.
La comunidad Payanesa no puede quedar marcada ante el país, con un proceso electoral en
donde las campañas políticas pagan, para mostrar
montoneras de gentes en reuniones y movilizaciones callejeras.
Se hace un
llamado a los entes nacionales de control: Procuraduría, Contraloría,
Defensoría del pueblo, Misión de Observación Electoral, para que en conjunto
con la sociedad civil y la informalidad directa se instale una veeduría, se construyan
herramientas jurídicas que impidan el uso, el abuso y utilización de personas
incautas, para la manipulación de la opinión pública.
JUNTA DIRECTIVA SUNMCOL POPAYAN MOTOTRABAJADORES
DE COLOMBIA
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