I MANDATO OBRERO SINDICAL


Reconstruyendo un proyecto social y político para los trabajadores y trabajadoras:  En los años 2013 y 2014, dirigentes obrero–sindicales de varios sectores y ramas de la producción y los servicios, educadores y educadoras del Instituto Nacional Sindical y Dirigentes del Congreso de los Pueblos, realizamos un ejercicio de rearticulación que nos permitió trazar una ruta de trabajo que dio sus frutos en el encuentro obrero-sindical de Duitama, realizado los días 14 y 15 de Marzo de 2015.

Los encuentros, cursos y reuniones fortalecieron los imaginarios y propuestas de un proyecto político que está en construcción permanente. La diversidad de iniciativas actuales tiene forma en sindicatos y centrales obreras, escuelas de formación, colectivos y expresiones políticas, articulados todos y todas en el Congreso de los Pueblos.

El proceso se propuso tareas en cinco aspectos:

1. Consolidar una visión crítica y renovadora del trabajo sindical.
2. Actualizar un diagnóstico sobre las nuevas realidades del mundo del trabajo, de la situación del sindicalismo en el país y el re posicionamiento del proyecto de la clase trabajadora en los espacios de confluencia social y política.
3. Cohesionar la actividad obrero–sindical, para lograr una actuación propositiva en la CUT y el conjunto del movimiento social.
4. Desarrollar procesos político organizativos en sectores estratégicos.
5. Fortalecer los procesos de Investigación, Formación, Comunicación y Cultura de los trabajadores y trabajadoras.

Visión del trabajo político, organizativo e ideológico:

Hay que tener claro que el sindicalismo es, en la praxis política, un medio y no un fin. El sindicalismo ha sido una expresión importante de esa acción política de los movimientos sociales y de la izquierda, pero no lo es todo; es más bien un medio que hay que poner en función de la acción política de los trabajadores y trabajadoras para su proyecto de vida digna y de nueva sociedad.

Hoy, es urgente una reflexión sobre el sujeto político del movimiento obrero- sindical y de los trabajadores, en ese camino de conquistar un país con vida digna. En tal sentido, construir una plataforma de lucha es una de las tareas centrales para saber hacia donde tenemos que caminar en el contexto actual del mundo del trabajo. Esa plataforma de lucha debe expresarse y explicarse como un Mandato que construye el Congreso de los Pueblos: una guía y un sentido para orientar la praxis de los trabajadores y trabajadoras.

Estamos con la intención de inventar caminos, de escarbar en nuestra memoria histórica, para fortalecer las propuestas y generar entusiasmo, generar iniciativas que encanten a los trabajadores y trabajadoras. Los dirigentes tienen esa responsabilidad: explorar nuevos métodos de trabajo y el cómo damos peleas por fuera de la institucionalidad laboral que cada vez amarra más el accionar del sindicalismo y lo lleva a convertirse en un sindicalismo patronal. Al mismo tiempo debemos transformar los sindicatos que influenciamos.

Acertar en nuestra actuación política en este momento pasa por resolver lo organizativo y trabajar en la combinación de la lucha por lo reivindicativo y lo político. Lo organizativo incluye los debates sobre el sindicalismo, pero también sobre la izquierda y las expresiones políticas de los trabajadores y trabajadoras.

En este esfuerzo colectivo resalta por su importancia la lucha ideológica, la cual implica dar la batalla de ideas contra las visiones desesperanzadoras, derrotistas y conservadoras; es desatar el poder del conocimiento, construir el poder popular al tiempo que se da una batalla contra todos los vicios del movimiento sindical.

Diagnóstico inicial:

Al interior del Congreso de los Pueblos se expresan diversas organizaciones sindicales, escuelas, colectivos y organizaciones políticas. El sector Obrero-Sindical tiene una presencia importante, pero actúa de forma dispersa. Precisamente se trata de encontrar espacios de debate y coordinación para luego pasar a la cohesión. Hoy tenemos presencia en los siguientes sectores:

1. Magisterio.
2. Minero energético.
3. Moto trabajadores (informales).
4. Salud.
5. Trabajadores y docentes universitarios.
6. Construcción.
7. Transportes.
8. Estatales.
9. Alimentarios.

En los siguientes departamentos y regiones:
Nariño, Cauca, Huila, Caquetá, Valle, Caldas, Risaralda, Antioquia, Tolima, Bogotá-Cundinamarca, Meta, Arauca, Casanare, Santander, Norte de Santander, Cesar, Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar.

Es una presencia nacional. En varios sectores se tiene incidencia en juntas directivas y acumulados de base; por tanto, es una obligación fortalecer el proceso organizativo, desarrollando una acción concreta sindicato por sindicato. Debemos trazar planes, ganar fuerza y capacidad para influenciar en la vida social y nacional, recuperando las formas históricas de lucha que surgen de nuestro lugar en la producción, la huelga, el paro, la protesta, la educación, la construcción económica.

Líneas organizativas:

El esfuerzo es entendernos en la diversidad y reconocernos en nuestros orígenes históricos. En su gran mayoría, las expresiones que hoy convergemos en el Congreso de los Pueblos nacimos como Sindicalismo Independiente y Clasista y siempre hemos estado en la izquierda.

El Congreso de los Pueblos es nuestro espacio de articulación, nuestro movimiento social y político. Aquí ya llegan algunas expresiones como Poder y Unidad Popular (PUP), la Fuerza Nacional Magisterial (FUNAMA), el Coordinador Petrolero y diversos colectivos camilistas y guevaristas. Hay la necesidad de conocer y dialogar con las expresiones sindicales y las experiencias formativas del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (MODEP) y Fuerza Común.

Para el proceso de reconstrucción es fundamental potenciar nuestra propia Escuela Político–Sindical. La experiencia y trayectoria del Instituto Nacional Sindical será central. Debe ser una escuela que rompa las barreras geográficas; que permita el encuentro de miradas diversas y genere consensos, que permita y posibilite crear núcleos de investigadores y presentar propuestas, avanzar en diagnósticos de necesidades y en propuestas de los sectores. Hay expresiones locales de escuelas con quienes se debe trabajar e intercambiar.

De igual forma debemos trabajar en una estrategia de lucha institucional, interlocutando con compañeros congresistas demócratas y de izquierda. La comisión 7ª debe discutir la reforma laboral y retomar la lucha por el estatuto del trabajo, con participación activa del Congreso de los Pueblos.
Fortalecer la estrategia de actuación para la CUT nacional y las subdirectivas, ganando en capacidad de propuesta y actuación unificada.

Proyecciones:

Como propuesta política debemos:
1. Superar la dispersión, centralizar este trabajo en el proyecto político, ganar en articulación. Lo que nos llama a desarrollar la Escuela de Formación Permanente. Escuela guiada, orientada y conducida ideológicamente desde el marxismo y el pensamiento crítico nuestro americano y mundial; que debe ayudar a superar los vacíos y a elaborar nuevas propuestas políticas. En el tema organizativo, es necesario volver al colectivo, es nuestra esencia; allí estudiamos, discutimos y aprendemos. Allí planeamos la acción hacia los sindicatos y el movimiento.

2. Debemos avanzar en la construcción de poder político y poder obrero. Nuestro ejercicio debe proyectar la visión de poder. Estamos mandatando desde el Congreso de los Pueblos ser poder obrero. Nos articulamos con otros para la lucha por la vida digna. La unidad de la izquierda y de los sectores democráticos es fundamental en la lucha contra el capital. Debemos avanzar en la perspectiva de un proyecto de unidad de los trabajadores en el país.

3. La memoria de las luchas cumple un papel cohesionador. No podemos olvidar nuestra historia, nuestros compañeros y compañeras, los principios éticos y políticos. Desde María Cano y Mahecha hasta Luis Carlos Cárdenas, Gustavo Marulanda, Manuel Gustavo Chacón, Jorge Ortega, Hugo Zapata y los luchadores y luchadoras de otras fuerzas de izquierda. No olvidar a los detenidos/as políticas.

Dinamización del proceso y tareas para el año 2015 y 2016.

1. Preparar y participar activamente en los Congresos y espacios de la CUT.
2. Desarrollar los seminarios regionales que permiten el reencuentro y enriquecimiento de la política. Proyectamos: suroccidente, Antioquia y eje cafetero, Costa, Nororiente, Bogotá.
3. Estructurar la escuela político-sindical nacional, regional y sectorial. Fortalecer el Instituto Nacional Sindical.
4. Construir las coordinaciones regionales del proceso.
5. Construir y difundir una plataforma de lucha para todo el movimiento obrero–sindical. Actuar desde la orientación del Mandato Obrero.
6. La comunicación debe ser un medio fundamental que estreche y fortalezca la unidad sindical. Analizar que hemos hecho, pero en especial qué nos falta por hacer en la batalla comunicativa. La comunicación debe servirnos para recuperar los valores y superar la desarticulación.
7. Trazar proyectos e iniciativas especiales para la mujer trabajadora y los jóvenes trabajadores.




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