La Informalidad Laboral, Desafíos, Propuestas


Los gobiernos tanto local como nacional enfrentan un desafío creciente frente a la informalidad laboral. No solo deben incentivar el tránsito de la informalidad a la formalidad, sino también atender a quienes han caído en la desocupación o inactividad y se reincorporan al sector informal. Este fenómeno exige respuestas diferenciadas según las causas y características de cada grupo de trabajadores.

Contexto e historia: mototrabajadores y sindicalización

El Sindicato Único Nacional de Mototrabajadores de Colombia (SUNMCOL) recoge la historia de la informalidad laboral vinculada al uso de la motocicleta desde los años noventa. Este fenómeno creció notablemente con el denominado mototaxismo a partir de 2005, y finalmente, el Ministerio de Trabajo reconoció la personería jurídica del sindicato mediante el registro 017 del 9 de junio de 2011.

En 2023 el ministerio del trabajo mediante la Subdirección de Promoción de la Organización Social solicita el acompañamiento para gestionar la Mesa del Mototrabajador a la Subcomisión Departamental de Concertación de Política Salarial y Laboral SDCPSL a fin de tener en cuenta el fomento, creación, fortalecimiento, desarrollo, integración, protección y promoción de acciones con entidades interesadas en el sector mototrabajo.

Características y riesgos de la informalidad en motocicleta

Los estudios sobre la informalidad laboral vinculada al uso de la motocicleta muestran riesgos preocupantes: empleos más precarios, menores ingresos, mayor probabilidad de caer en pobreza e inestabilidad económica y financiera. Este grupo resulta especialmente vulnerable ante crisis económicas.

Teniendo en cuenta que una alta tasa de informalidad reduce la legitimidad de las políticas sociales, ya que un segmento importante de la población no contribuye al sistema de seguridad social ni accede a sus beneficios.

En Colombia, la informalidad laboral se mantiene como un desafío importante. Para el trimestre móvil abril-junio de 2025, la proporción de personas ocupadas informales fue del 55.0% a nivel nacional, mientras que en las 13 y 23 ciudades principales se ubicó en 41.7% y 43.0% respectivamente, según el DANE. Aunque hubo una disminución de 0.7 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, la cifra sigue siendo alta y preocupante.

El país se encuentra entre los de mayor informalidad en América Latina, con una tasa que supera el 50% en el total nacional. La informalidad afecta especialmente a zonas rurales y centros poblados, donde alcanza niveles superiores al 80%

Retos sindicales y necesidad de una línea propia

La organización sindical de los mototrabajadores difiere del sindicato tradicional, pues no responde a la relación obrero-patronal típica. Desde su fundación, el sector mototrabajo no ha recibido plenamente la solidaridad de clase de los sindicatos convencionales.

La experiencia de este fenómeno social hasta 2025 demuestra la necesidad de desarrollar una línea sindical con énfasis en:

  • La informalidad laboral.
  • La informalidad empresarial.
  • La informalidad por cuenta propia.

Fortalecer la lucha sindical requiere reorientar la acción colectiva para incorporar las particularidades del trabajo informal y promover un diálogo social inclusivo.

Diálogo social y alianzas

El diálogo social y la solidaridad de clase con los mototrabajadores ameritan gestiones de las centrales obreras para solicitar el dialogo social con el gobierno nacional y la informalidad. Este esfuerzo debe complementarse con una gestión coordinada entre gobiernos y sector privado, siguiendo las recomendaciones de la OIT sobre diálogo social e informalidad.

Para facilitar el tránsito hacia la formalidad, es imprescindible contar con una caracterización integral de quienes usan la motocicleta con fines laborales.

Heterogeneidad de la informalidad y datos recientes

Comprender la heterogeneidad del sector informal es clave para diseñar políticas públicas eficaces. Aunque la mayoría de los trabajadores informales percibe bajos ingresos y presenta una representación proporcionalmente mayor de mujeres, jóvenes y personas de tercera edad, existen diferencias sustanciales según el tipo de empleo.

Según el DANE, de los 1,06 millones de empleos creados en marzo de 2025, 621.000 correspondieron a trabajadores por cuenta propia (59% del total). Paralelamente, la tasa de informalidad aumentó 1,6 puntos porcentuales, pasando del 56,1% en marzo de 2024 al 57,7% en marzo de 2025.

Motivaciones especiales para la informalidad

Para algunos, la informalidad no es una elección voluntaria sino la única alternativa para subsistir; para otros, responde a una evaluación de costos y beneficios frente a la formalización. Cada grupo enfrenta desafíos e incentivos diferentes, por lo que se requieren agendas diferenciadas.

Recomendaciones para políticas públicas y sindicales

  • Caracterizar exhaustivamente a los mototrabajadores y demás grupos informales para diseñar intervenciones ajustadas.
  • Impulsar el diálogo social entre sindicatos (con énfasis en la inclusión de nuevas líneas sindicales), con gobiernos y sector privado, en concordancia con la OIT.
  • Reducir costos y trámites asociados a la formalización, especialmente para trabajadores vulnerables que promueven micro y pequeñas empresas.
  • Diseñar mecanismos de protección social adaptados a trabajadores informales, por cuenta propia, empresarial y laboral (salud, pensiones, riesgos laborales).
  • Facilitar el acceso a capacitación, tecnología y financiamiento para microemprendimientos y trabajadores independientes.
  • Promover esquemas de formalización gradual y flexibles que respeten la flexibilidad laboral valorada por muchos informales.

La informalidad laboral, también conocida como economía de rebusque o empleo ilegal, se refiere a aquellas actividades económicas que no están registradas ni reguladas por las autoridades. Esto implica que los trabajadores no cuentan con contratos laborales, seguros, prestaciones sociales ni protección legal, dejándolos vulnerables a la precariedad y la explotación. La informalidad puede manifestarse en diversas formas, como trabajo doméstico no registrado, ventas ambulantes, mototrabajadores que utilizan su vehículo motocicleta para sobre vivir,  autoempleo sin declarar ingresos, o incluso trabajadores sin contrato en empresas de mensajería y domicilios.

 

Causas de la informalidad laboral en

Tamaño de las empresas:

La informalidad es más alta en microempresas (85.7%) y más baja en empresas grandes (2.9%), según el DANE.

 

        Factores económicos:

La falta de oportunidades de empleo formal, la crisis económica, el conflicto armado, el desplazamiento interno y la necesidad de supervivencia llevan a las personas a buscar empleo en la economía informal.

 

          Factores legales y regulatorios:

La complejidad de los trámites para establecer un negocio formal, los altos costos de la seguridad social, y la dificultad para acceder a créditos pueden desalentar la formalización.

          Factores culturales y sociales:

La costumbre, la falta de conciencia sobre los derechos laborales, y la percepción de que la informalidad es una forma de vida aceptable, también contribuyen a la informalidad.

          Factores educativos:

A menor nivel educativo, mayor incidencia de la informalidad, especialmente en mujeres, según Uninorte.

          Factores de vulnerabilidad:

Las personas víctimas y desplazados en situación administrativa irregular, los hombres, mujeres, adulto mayor con bajo nivel educativo, y los jóvenes con pocas oportunidades laborales son particularmente vulnerables a la informalidad.

 

Consecuencias de la informalidad laboral:

          Precarización del empleo:

Los trabajadores informales suelen tener salarios más bajos, jornadas laborales más largas, y menos beneficios que los trabajadores formales.

          Falta de protección social:

No tienen acceso a seguro de desempleo, jubilación, o atención médica, lo que los deja desprotegidos ante enfermedades, accidentes, o pérdida del empleo.

          Explotación laboral:

Los trabajadores informales son más propensos a ser explotados por empleadores sin escrúpulos que aprovechan su vulnerabilidad.

          Pérdida de ingresos fiscales para el Estado:

La economía informal reduce la recaudación de impuestos, afectando los recursos disponibles para servicios públicos.

          Impacto en la salud:

La falta de acceso a servicios de salud y las condiciones laborales precarias afectan la salud física y mental de los trabajadores informales.

 

Medidas para reducir la informalidad laboral:

          Simplificación de trámites:

Reducir la burocracia y los costos para facilitar la formalización de empresas y negocios.

          Promoción del empleo formal:

Implementar políticas públicas que fomenten la creación de empleos dignos y decentes.

          Educación y sensibilización:

Informar a la población sobre los beneficios de la formalidad y los riesgos de la informalidad.

          Fortalecimiento de la inspección laboral:

Vigilar el cumplimiento de la normativa laboral y sancionar a los empleadores que incurran en prácticas irregulares.

          Apoyo a los trabajadores informales:

Brindar programas de capacitación, acceso a servicios de salud, y apoyo para la formalización.

La informalidad laboral es un problema complejo que requiere de un enfoque integral que aborde tanto las causas estructurales como las individuales.

Abordar la informalidad requiere reconocer su heterogeneidad y combinar medidas regulatorias, de protección social y de organización sindical adaptadas a las nuevas realidades laborales.

En el caso de los mototrabajadores, esto implica fortalecer una línea sindical propia, consolidar el diálogo social y diseñar políticas públicas que faciliten la formalización sin sacrificar la flexibilidad que muchos trabajadores consideran esencial.





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