La Mujer Mototrabajadora en la informalidad colombiana
La Mujer, en el trabajo informal como el mototaxismo, viene desde el surgimiento de esta práctica en el año 2007, en Caquetá, Cauca, Santanderes, 1 y 2, Nariño, Valle, etc.
Para el gobierno nacional toda informalidad, es ilegal, pero para el núcleo familiar de los colombianos, es una necesidad urgente a solucionar, ha devenido en un medio de supervivencia en los disímiles contextos o esferas de la vida diaria; la pandemia del COVID19, y las obligadas cuarentenas, ha hecho posible que, en sentido general, mujeres y hombres se unan en pos del bien común, no solo para el sostenimiento de la familia y la satisfacción de las necesidades vitales, sino para impulsar Y APORTAR en el progreso social de los municipios, pero también en el desarrollo Obrero Sindical.
En las comunidades Urbano Rurales históricamente las
mujeres han sufrido durante milenios una gran situación de desigualdad y
discriminación, no solo social, sino también jurídica, desde que la familia se
basó en condiciones económicas y no en condiciones naturales.
Para la Mujer Colombiana en el contexto informal, por
ejemplo, el trabajo de Mototaxismo NO está reconocido, NO es consagrado y
protegido a escala Integral y global, y menos en la legislación, la
participación de la mujer en la organización Obrero Sindical se llama
Mototrabajadora o Mototrabajador, y viene aumentado en los últimos 10 años, sobre
todo en ventas ambulantes y el Mototaxismo.
Aunque Colombia es firmante de tratados, Pactos y
convenios internacionales los gobiernos local y nacional NO prestan la especial
atención a la promoción y el cumplimiento de los derechos esenciales del ser
humano. Los titulares como la declaración Universal de los Derechos Humanos y
la Asamblea General de la ONU, solo son eso titulares porque los gobiernos
tienen la tendencia de defender la empresa privada e invadir los territorios de
grupos armados para generar tercerización laboral, desempleo, desplazamiento y
sembrar el terror en las comunidades.
El proceso de Mototrabajadores en SUNMCOL, como sindicato Obrero Sindical, y en su dinámica organizativa se orienta de acuerdo a las definiciones de la comisión política, y de las particularidades de cada directiva municipal, entre su dinámica al futuro, está la creación de escuelas de formación Obrero Sindical, comités o secretarias así: 1. Secretaria de Organización y Movilización, 2. Secretaria de Prensa y Propaganda, 3. Secretaria de Defensa y Promoción del Mototrabajador, 4. Secretaria de la Juventud, Cultura y Deporte, 5. Secretaria Internacional, 6. Secretaria de la Mujer, 7. Secretario de Vivienda y Bienestar Social, 8. Secretaria de Derechos Humanos.
En la medida de crecimiento organizativo, tanto en lo cualitativo, como cuantitativo y mediante la comisión política o asamblea general, se define acciones de participación de la mujer, y son ellas, quienes ratifican su compromiso de vida por la defensa de los derechos, para exigir el desarrollo de una política de inclusión, respeto y amor al prójimo como base de la paz y la justicia de la nación; elementos claves para la construcción de un modelo económico propio para esta nueva informalidad.
El trabajo informal en la Mujer Colombiana presenta algunas limitaciones jurídicas en el ejercicio de sus derechos, en el pleno uso de del derecho al trabajo, en el reconocimiento como mujer y sujeto de derechos son garantías que no le son reconocidas, y que afectan su calidad de vida.
Aleycy Huertas Roja es un ejemplo a seguir en Florencia Caquetá, quien
dedica 11 horas diarias al mototrabajo, agremiada en SUNMCOL y aportando en
actividades del sindicato, haciendo eco al llamado Obrero Sindical para que se
afilien y fortalezcan el sindicato en su dinámica.
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