CURUCUTEANDO LA ÚLTIMA CENA

 CURUCUTEANDO LA ÚLTIMA CENA

Cuando Leonardo Da Vinci iba a pintar la "Última Cena" necesitó modelos; para representar a Jesús escogió uno de apenas 20 años, de cara inocente, sin marcas en el rostro. 

Concluido Jesucristo buscó otros para figurar los apóstoles a Judas lo dejó para el final. Trabajó seis años en los once apóstoles, cuando tocó turno a Judas indagó, sin suerte, por alguien que evocara traición y avaricia. 

Desesperado en su tarea, le sugirieron explorara en la cárcel de Roma, allí un sentenciado a muerte reunía las condiciones: pelo largo, cuerpo maltrecho, mirada asesina y cara marcada por los estragos de la vida, lo eligió, y permitieron al reo asistir al estudio. 

Día tras día, el artista iba dando pinceladas, cuando terminó el cuadro, el prisionero le dijo:—¡Mírame bien! ¿No me reconoces? Da Vinci negó, no recordaba haber visto a aquel hombre.—¡Soy yo! ¡El joven que hace siete años elegiste para ser el modelo de CRISTO!

Recopila: Francisco Castillo Serrano. Mérida - Venezuela.


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