FALSOS POSITIVOS RECIBEN PREMIO NOBEL EN COLOMBIA

LA MENTIRA DEL SIGLO,  NOVEL DE PAZ  PREMIA POR MATAR A LOS POBRES DE COLOMBIA
LUIS ERNESTO LOPEZ RUANO

Primero que todo, empiezo afirmando que considero que los asuntos importantes de la vida, de manera especial aquellos que involucran a comunidades enteras o a naciones inscritas en un territorio, como es nuestro caso, no pueden depender de aspectos coyunturales como lo puede ser algo tan importante como un premio Nóbel.

El deber de cualquier gobernante, además consagrado en nuestra Constitución para el caso del presidente colombiano, es garantizar el Derecho Fundamental a la paz de todos los colombianos, y en eso reconozco los esfuerzos hechos por Santos así no compartamos el concepto de paz que él defiende y las razones que lo impulsaron a buscar la solución negociada, tan exigida por la misma insurgencia desde inicios de los años 80, al igual que lo hicieron importantes colectividades de izquierda, también desde hace décadas.

Un premio Nobel, debería reflejar la vida y obra de una persona, no una actuación específica en el cumplimiento de su deber. Tal cosa la ve uno relejada en los otros premios Nobel, así haya diferentes opiniones, por ejemplo en el caso de la literatura, pero nadie puede negar que quienes fueron galardonados dedicaron su vida a cultivar ese hermoso arte.

Peor aún en el caso del actual Premio Nóbel de paz. Acaso el promueve la paz, cuando en su gobierno actual aumenta la miseria de millones de personas como resultado de sus políticas económicas? Acaso la existencia de tanto niño muerto de hambre en la Guajira y en e Chocó no son formas de violencia? Acaso la enajenación del bien público, tipo ISAGEN, en favor de intereses de empresas transnacionales, despojando al país de posibilidades de desarrollo autónomo no es otra forma de violencia? O que me dice de la Ley que acaban de aprobar en detrimento de las industrias licoreras nacionales que generan recursos para educación y salud, o lo que ya empieza a discutirse de facilitarle mayores ventajas al baloto con respecto a las loterías nacionales que también han tributado tradicionalmente para esos mismos rubros de educación, salud y saneamiento básico no es otra fuente de violencia?

En resumen, no es justo que la historia empiece a ser cambiada con un galardón que buscará hacer trascender a imagen de Juan Manuel Santos, como el adalid de la paz, cuando la mayor parte de su historia personal lo relaciona con la guerra. Es lo que Orwell describe en su novela “1984” como la posibilidad de cambiar el pasado en beneficio de los intereses de quienes ostentan el poder.

Desde una posición académicamente honesta siempre he considerado que la verdad y la justicia debe relucir. Quienes de verdad se merecen el premio Nobel en Colombia, son las víctimas, directamente ellas y no a través de un representante de la clase victimaria. Por eso no cesaré en mis críticas.

Finalmente, y para no extenderme más, todas las personas y sobre todo aquellas que como usted demuestran mucha sensibilidad social deberíamos profundizar en un tema bastante complejo como es la definición de la paz que queremos, y de la clase de democracia que en verdad la puede garantizar; le aseguro que en esas discusiones nos vamos a encontrar con tantos interrogantes que nos permiten desnudar el verdadero carácter de quienes defienden esos conceptos desde visiones tan disímiles.

Por eso considero que si es importante la crítica luchando por que se desarrolle el concepto de paz que todos requerimos: PAZ con Justicia Social y garantía de Democracia Plena y no paz neoliberal.