Mototrabajadores en Colombia: el sector invisible que exige reconocimiento para 2026
En Colombia, más de nueve millones de motos recorren las calles diariamente. Detrás de cada una hay historias de rebusque, economía popular y trabajo informal que sostienen a miles de familias. Pese a su peso social y económico, los mototrabajadores —domiciliarios, mensajeros, mototaxistas y repartidores por plataformas— han permanecido históricamente al margen de las decisiones públicas.
El SINDICATO ÚNICO
NACIONAL DE MOTOTRABAJADORES DE COLOMBIA (SUNMCOL) busca cambiar esa
realidad. Para 2026, la organización presentó el Estudio Socioeconómico,
Político y Cultural del Mototrabajador en Colombia, un documento que
describe, con rigor, la situación de un sector que se ha convertido en pieza
clave de la economía urbana.
Una radiografía social
pendiente
El estudio señala que los
mototrabajadores enfrentan jornadas extensas, bajos ingresos y una falta casi
total de protección social. La motocicleta, que para muchos es símbolo de
libertad, se ha transformado en una herramienta de supervivencia en un mercado
laboral donde la informalidad supera el 50%.
La investigación también
destaca la necesidad de comprender al mototrabajador desde una perspectiva de
género, abriendo un capítulo dedicado al análisis social de hombres y mujeres
que hoy viven de su moto
Esta inclusión es relevante en un sector mayoritariamente masculino
donde las mujeres mototrabajadoras siguen enfrentando discriminación y mayores
riesgos.
Entre la regulación
y la estigmatización
En las principales ciudades
del país, las políticas en torno a la motocicleta han estado marcadas por
medidas restrictivas: pico y placa, prohibiciones de parrillero, controles
policiales intensivos y limitaciones para ejercer actividades de transporte.
Más que generar orden,
estas políticas han profundizado la percepción del motociclista como un
“problema” para la movilidad y la seguridad ciudadana. SUNMCOL sostiene que
estas decisiones desconocen la naturaleza laboral de miles de motociclistas que
dependen de su vehículo para subsistir.
El estudio abre el debate
sobre una paradoja evidente: el Estado regula al motociclista como un factor de
riesgo, pero no lo reconoce como trabajador.
Un actor político en
expansión
Más allá de los datos
socioeconómicos, el informe deja ver un movimiento social que se consolida.
SUNMCOL se perfila como una fuerza organizada que busca incidencia en políticas
públicas y representación en las discusiones sobre movilidad, trabajo informal
y economía digital.
Con millones de
motociclistas en todo el país, el sector comienza a ser visto como referente
del trabajo informal en motocicleta, y un interlocutor inevitable para
alcaldías, gobernaciones y el Gobierno Nacional.
Plataformas digitales: el
nuevo rostro del mototrabajo
El auge de las aplicaciones
de reparto ha transformado el panorama. Aunque ofrecen flexibilidad y
oportunidades rápidas de ingresos, lo hacen sin garantías laborales, sin
aportes a seguridad social y bajo esquemas de pago variables. El mototrabajador
termina absorbiendo todos los riesgos: accidentes, desgaste del vehículo,
gasolina y fluctuaciones en la demanda.
El estudio plantea la
urgencia de una regulación del trabajo digital que incluya a motociclistas y
garantice condiciones más dignas.
Un llamado a la
dignificación
El documento de SUNMCOL
propone un cambio de enfoque: reconocer el mototrabajo como actividad económica
legítima, indispensable para la cadena logística, para los hogares colombianos
y para la movilidad de los territorios.
Entre las recomendaciones
que se desprenden del análisis se encuentran:
- Diseñar políticas de seguridad vial con
enfoque laboral.
- Crear programas de protección social para
mototrabajadores.
- Incorporar al sector en las mesas de movilidad
y en las discusiones sobre plataformas digitales.
- Desarrollar políticas sensibles al género
dentro del mototrabajo.
El
desafío para 2026
El estudio marca el inicio
de un debate que Colombia no puede seguir aplazando: ¿cómo garantizar derechos
a quienes, desde una moto, mueven la economía diaria?
SUNMCOL abrió la conversación. Ahora la responsabilidad recae en el Estado y en
la sociedad para construir soluciones que dignifiquen un oficio que, aunque
invisible para muchos, resulta vital para todos.
Mototrabajadores de Colombia


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