10 de diciembre: Los derechos humanos son también derechos laborales. SUNMCOL alza la voz por el mototrabajador colombiano

 


10 de diciembre: Los derechos humanos son también derechos laborales. SUNMCOL alza la voz por el mototrabajador colombiano

Hoy, 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, el movimiento sindical de los mototrabajadores de Colombia levanta su voz para recordar que sin trabajo digno no hay derechos humanos posibles. La Declaración Universal, aprobada en 1948, proclamó que toda persona tiene derecho a la seguridad, a la igualdad, a un nivel de vida adecuado y a la protección social. Pero la realidad que viven miles de mototrabajadores en las calles del país demuestra que esas garantías siguen siendo una deuda histórica del Estado.

El Estudio Socioeconómico, Político y Cultural del Mototrabajador en Colombia – SUNMCOL 2025 expone con claridad la situación del gremio: informalidad generalizada, bajos ingresos, riesgos permanentes y desigualdad social, especialmente marcada entre hombres y mujeres, como se evidencia en la dimensión social por género del informe

Este diagnóstico confirma algo que el sindicalismo viene denunciando hace años: el mototrabajador sostiene buena parte de la movilidad, la mensajería, el servicio comunitario y la economía popular, pero continúa sin recibir las garantías mínimas que ordena la legislación y que protegen la dignidad humana.

Mientras el país se beneficia de su trabajo, la mayoría enfrenta jornadas extenuantes sin seguridad social, sin estabilidad y sin reconocimiento. Esta situación vulnera derechos consignados en la Declaración Universal, pero también en la Constitución Política, el Código Sustantivo del Trabajo y los convenios de la OIT. No es solo un problema laboral, sino una violación estructural de derechos humanos.

Como sindicato, afirmamos que la informalidad no puede seguir siendo excusa para negar derechos. La ausencia de empleador directo, la condición de trabajador independiente y la falta de regulación específica no anulan el derecho a organizarse, a exigir garantías ni a participar en decisiones que afectan el sustento diario.
Por eso, el trabajo de SUNMCOL no se limita a denunciar: proponemos rutas de formalización, sistemas de seguridad social accesibles, reconocimiento legal del mototrabajo y participación directa en mesas de movilidad y políticas públicas.

El 10 de diciembre no es una fecha simbólica para nosotros. Es un recordatorio de que cada caída en la vía, cada acto de violencia, cada motociclista que sale a trabajar sin seguro, cada mujer mototrabajadora que enfrenta doble discriminación, y cada trabajador que no sabe si hoy tendrá ingresos suficientes, representa una violación del principio fundamental de la dignidad humana.

Hoy reafirmamos que la lucha sindical es una lucha por los derechos humanos.
Por la vida, la seguridad, la igualdad, el trabajo digno y la justicia social.
Por un país donde los mototrabajadores no sean vistos como un problema, sino como lo que realmente son: trabajadores que merecen respeto, reconocimiento y protección.

Desde SUNMCOL hacemos un llamado al Gobierno Nacional, a las autoridades territoriales y a la sociedad colombiana: es hora de que los derechos humanos bajen del papel y lleguen a las calles, donde todos los días los mototrabajadores construyen país con esfuerzo, riesgo y dedicación.

Porque cuando un mototrabajador tiene derechos, gana toda Colombia.

 

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