Obstáculos y Barreras al Trabajo Informal en Colombia.
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| Hacia la formalidad con trabajo digno y decente |
Introducción
El acceso a la formación,
capacitación y educación para el empleo constituye uno de los principales
desafíos en la agenda social y económica de Colombia. En particular, afecta de
manera significativa a los trabajadores informales, entre ellos los mototrabajadores
dedicados al reparto y transporte urbano. Este sector laboral, que ha adquirido
una creciente relevancia en la dinámica de las ciudades intermedias y grandes
capitales, continúa siendo invisibilizado en los planes estatales de
capacitación y desarrollo de competencias.
La ausencia de políticas
integrales que reconozcan a los mototrabajadores como agentes económicos
legítimos reproduce la exclusión y limita las posibilidades de movilidad
social. El presente ensayo analiza las barreras que impiden el acceso de los
trabajadores informales a la formación para el empleo, sus implicaciones
socioeconómicas y la necesidad de diseñar políticas públicas inclusivas que
fortalezcan el capital humano en contextos de alta informalidad.
Formación
para el empleo e inclusión social
La formación para el empleo
no debe ser entendida únicamente como un instrumento al servicio del sector
formal. Por el contrario, debe concebirse como un derecho y una herramienta
estratégica para la inclusión socioeconómica de quienes, pese a desempeñar
funciones indispensables, se encuentran al margen de la protección laboral y de
la seguridad social.
En este sentido, la
capacitación técnica y profesional no solo incrementa las posibilidades de
acceder a un empleo digno, sino que también fortalece la autonomía personal y
la participación ciudadana.
Los trabajadores de domicilios,
mensajería y transporte en moto demandan que los gobiernos locales,
regionales y nacionales trasciendan los discursos y materialicen compromisos de
inclusión. Esto implica incorporarlos en los planes de desarrollo y reconocer
su aporte a la economía urbana. La exclusión de este grupo laboral no solo
representa un problema de equidad, sino también un obstáculo para el
crecimiento económico y la cohesión social.
Barreras
estructurales en el acceso a la formación
El acceso limitado a la
formación en contextos de informalidad laboral responde a múltiples barreras
estructurales. Entre las más relevantes se encuentran:
- Falta de tiempo
derivada de extensas jornadas laborales.
- Escasa coordinación
entre funcionarios y trabajadores informales para establecer horarios de
capacitación compatibles con sus dinámicas.
- Desconocimiento de la oferta formativa y
baja difusión de programas disponibles.
- Costos elevados,
inalcanzables para quienes perciben ingresos inestables.
- Exigencia de requisitos poco flexibles y
desconocimiento del talento humano existente en las instituciones
público-privadas.
- Brechas digitales y
carencia de dispositivos tecnológicos, que dificultan el acceso a programas
virtuales.
- Ausencia de reconocimiento formal de saberes
previos, lo que excluye a los trabajadores de
procesos de certificación laboral.
- Falta de vigilancia institucional
hacia los contratistas del Estado, lo cual debilita la garantía de
derechos laborales.
- Escasa concreción de acuerdos y pactos
sociales, que muchas veces quedan en declaraciones sin
acciones efectivas.
Estas limitaciones
perpetúan la desigualdad, marginando especialmente a jóvenes y mujeres jefas de
hogar, quienes ven restringidas sus oportunidades de progreso.
Impactos
socioeconómicos de la exclusión formativa
La falta de inversión en
formación para los trabajadores informales genera costos sociales y
económicos significativos.
- A nivel individual,
limita el acceso a mejores ingresos, reduce las posibilidades de movilidad
social y debilita la autoestima.
- A nivel colectivo,
amplía las brechas de desigualdad, desaprovecha el capital humano
disponible y frena la innovación social.
- A nivel macroeconómico,
implica renunciar a una fuerza laboral más productiva y competitiva,
además de perder talento joven que podría contribuir al crecimiento
económico y la cohesión social.
Ignorar esta problemática
constituye una pérdida irrecuperable para países que buscan transitar hacia
economías más equitativas, inclusivas y resilientes.
La
dimensión global del capital humano
La inversión en formación
para el empleo debe entenderse también desde una perspectiva global. En un
mundo marcado por la movilidad laboral, los conflictos armados y los flujos
migratorios, los trabajadores formados pueden trasladar sus conocimientos a
otros contextos regionales.
Lejos de considerarse una
pérdida, esta dinámica puede generar beneficios en términos de remesas,
transferencia de saberes, construcción de redes transnacionales y retorno de
talento a mediano plazo.
Por ello, la formación no
debe concebirse como un gasto social asistencial, sino como una política
estratégica de largo plazo con impactos tanto nacionales como
internacionales.
Conclusión
El acceso a la formación
para el empleo representa un reto central para la inclusión socioeconómica en
América Latina. La persistencia de barreras estructurales mantiene a millones
de trabajadores informales en condiciones de vulnerabilidad y desaprovecha un
capital humano esencial para el desarrollo.
Reconocer a los
mototrabajadores y a otros sectores informales como actores económicos
legítimos implica diseñar políticas públicas que garanticen su acceso a la
capacitación y la certificación de saberes. Invertir en formación inclusiva no
solo promueve la equidad y la justicia social, sino que también potencia la
productividad, la innovación y la cohesión social.
En definitiva, constituye
una apuesta estratégica para construir sociedades más competitivas,
resilientes y solidarias en el contexto global contemporáneo.
Agosto 28 2025 - Plutarco Sanclemente, Caqueta
Mototrabajadores de
Colombia
Bibliografía
- CEPAL (2022). Panorama Social de América
Latina. Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
- DANE (2023). Mercado laboral e informalidad
en Colombia. Departamento Administrativo Nacional de Estadística.
- OIT (2019). La formación profesional en
América Latina: desafíos y perspectivas. Organización Internacional
del Trabajo.
- Ministerio del Trabajo de Colombia (2021). Política
de Formalización Laboral.
- SENN, A. (2000). Desarrollo y libertad.
Editorial Planeta.
- UNESCO (2020). Educación y formación para
el trabajo decente. Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura.



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