Desafíos y Oportunidades para los Mototrabajadores en la Economía Social Solidaria

Los mototrabajadores enfrentan retos significativos en su actividad laboral. Aunque la política pública actual reconoce el trabajo informal bajo la figura de economía popular, es fundamental que quienes trabajan de forma independiente, como los promotores del trabajo en motocicleta, asuman el desafío de aprender y adquirir conocimientos sobre dos conceptos clave que orientan la economía contemporánea. Estos conceptos son la búsqueda de ideas en torno al sujeto potencial de otra economía, la cual podría aliviar la problemática del desempleo y facilitar la inclusión en la economía formal.

La economía se entiende como un sistema plural de instituciones, normas, valores y prácticas que organizan el proceso económico de producción, distribución, circulación y consumo. Este sistema tiene como objetivo generar las bases materiales para satisfacer las necesidades y deseos legítimos de todos, permitiendo vivir con dignidad, con libertad responsable de opciones, en un marco democrático y en equilibrio con la naturaleza.

La economía social solidaria (ESS) se presenta como un proyecto de acción colectiva que incluye prácticas estratégicas de transformación y actividades cotidianas de reproducción. Su propósito es contrarrestar las tendencias socialmente negativas del sistema actual, promovidas por gobiernos anteriores.

Desde 2022, la ESS se posiciona con la perspectiva de construir un sistema económico alternativo que responda al principio ético de la reproducción y desarrollo de la vida. La solidaridad se erige como un valor moral supremo, que implica no solo el reconocimiento del otro y el cuidado de su bienestar, sino también la cooperación, el aporte de recursos y responsabilidades, y la proyección colectiva.

La dirigencia de SUNMCOL enfrenta importantes retos para lograr esta transformación tanto en el ámbito laboral como en la producción, lo cual también se aplica al mototrabajador que no está organizado sindicalmente. En este contexto, el verdadero reto radica en organizar ideas, datos y acciones de manera coherente y estructurada, con un propósito claro. Es esencial establecer un orden entre causas y efectos, utilizando criterios razonados.

La educación, capacitación y formación son fundamentales para un líder de SUNMCOL, ya que el pensamiento lógico es una habilidad cognitiva que permite analizar situaciones, formular conclusiones, resolver problemas y anticipar eventos.

La acción de la Economía Social Solidaria (ESS) avanza en una progresión de complejidad y alcances crecientes. Sin embargo, este proceso resulta difícil de comprender para algunos mototrabajadores que aún no están organizados. En su búsqueda de eficacia dentro de un sistema tradicional, presidencialista y corrupto, que perpetuó la pobreza, la desigualdad, la exclusión y la subordinación, se presentan desafíos que requieren atención. Esta situación refleja una irracionalidad desde la perspectiva de la vida. Enfrentar estos desafíos demanda una experimentación responsable, acompañada de reflexión, sistematización y conceptualización.

Las cuestiones planteadas por la ESS exigen nuevos conocimientos técnicos, así como visiones sistemáticas y teóricas que permitan ampliar los límites de lo que se considera posible. Si se actúa con consecuencia hacia el objetivo estratégico, esta progresión en la práctica implica varios saltos cualitativos que buscan generar transformaciones estructurales orientadas por el principio ético de reproducción y desarrollo de la vida.

Es fundamental preguntarse hasta qué punto el sector de los mototrabajadores y sus líderes son capaces de concebir y llevar a cabo transformaciones de tal envergadura. Tanto un directivo de SUNMCOL como un mototrabajador deben sentirse como sujetos sociales y económicos en el contexto de su práctica laboral en motocicleta.

Los mototrabajadores son conscientes de que han atravesado catorce años de invisibilización, durante los cuales los gobiernos se han opuesto al trabajo informal en motocicleta. Todo acercamiento institucional en ese tiempo ha culminado en meras campañas electorales. Actualmente, la dispersión entre los mototrabajadores persiste, al igual que las contradicciones de bajo nivel en los liderazgos.

La falta de protagonismo de los mototrabajadores en los municipios culmina en un desconocimiento generalizado de las propuestas de transformación necesarias para salir de la ilegalidad y avanzar hacia la economía popular. Esto incluye la construcción de proyectos productivos y la implementación de programas de capacitación y formación destinados al desarrollo de nuevos liderazgos.

En resumen, es imperativo fortalecer la organización y el liderazgo de los mototrabajadores para facilitar su inclusión en la economía social solidaria y lograr un impacto positivo en sus condiciones de vida y trabajo.

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