Reflexión Social, Colectiva para Mototrabajadores
Dispersión,
unidad de momento y desorganización
Reflexión Social, Colectiva para Mototrabajadores
El trabajo informal de la motocicleta se debate con la enfermedad del divide y reinaras, muy común en otras dimensiones organizativas, solo que esta vez y con los cambios de globalidad, las practicas sociales y algunos liderazgos mal interpretan la norma, por imponer caprichos personales y al no encontrar puntos de referencia se vuelven incapaces para entender cómo y quienes pueden regularlo.
Esto sucede en el mototaxismo y el mototrabajador desorganizado con débil comprensión y claridad política del contexto local y nacional; estas personas portadoras del virus de la enfermedad social fácilmente dejan ver que vienen de un proceso vivencial de años, sometidos al capricho de una tiranía que no se rige por leyes ni otras normas prefijadas, sino por la voluntad de la tiranía de recientes tiempos.
En estas circunstancias las personas desorientadas se convierten en lo que se conoce como esquiroles, y modernizan el termino, somatizan los cambios bruscos de la lucha tradicional de la que venían en zona de confort, haciendo movilización, negociando electoralmente a base del interés personal, con los gobiernos que durante mucho tiempo mancharon las instituciones con la corrupción.
Ese lunar es difícil borrar del imaginario pues ese liderazgo todavía está pintado con los vicios del mal llamado capitalismo tradicional y presidencialista que en otros tiempos gobernaron al país con vacíos en el derecho e imponiendo violencia sin reglas.
Ese liderazgo tradicional aún se resiste a dejar la zona de confort y busca como herencia dejar posicionando a sus familiares, amigos y roscas en las instituciones; otros liderazgos estancan los procesos organizativos y atraviesan por un estado generalizado de anomia que contamina algunos sectores del movimiento social.
Entre esas novedades se encuentran liderazgos que en sus municipios, distritos o regiones no promueven vínculos sociales en su territorio, (Concertación, programas sociales, agenda institucional) es evidente un individuo que lamentablemente está enfermo, que padece de trastornos sociales, vive el trastorno del lenguaje que le impide leer su entorno, es como quien se pasa un semáforo en rojo, o se niega a usar el uniforme sindical, pierde su carácter como persona, en el entendimiento y comprensión de las normas regulatorias.
En 2024 estos liderazgos se autoproclaman salvadores de su sociedad, pues en su miopía, no aceptan la realidad, viven y padecen el choque social, del cambio global.
En
la división del trabajo social y popular esta enfermedad se identifica en la
manera en que el individuo no aporta a su gremio, pero intenta destruir su
entorno organizativo, aplicando la crítica como calumnia, su autocritica lo
convierte en víctima, y trata de construir un lenguaje engañoso para
distorsionar la información y así empieza a demostrar que el, es el dirigente
que hacía falta a su organización global, sin ver que descuida, no hace nada, perjudica
e invisibiliza al mototaxismo, la cuna de su trabajo territorial que el mismo
representa.
Esta enfermedad social y falsa ensoñación, los hace sentir como expertos abogados y se convierten en asesores jurídicos de incautos, que desconocen sus propias responsabilidades sociales y políticas con la organización. Razón por la que este supuesto dirigente no es capaz de proveer a sus agremiados de lo necesario para lograr las metas que busca la sociedad sindical.
El esquirol y Anomia como relacion, definen el fenómeno social como objetivo central para dividir la organización, y esto se da cuando los individuos van perdiendo la noción de pertenecer a una sociedad. Su error político tiende a agudizar una pérdida de integración social, comunitaria, con valores contradictorios en permanente tensión y disputa, seguida de un incumplimiento progresivo de las normas que hacen daño a la convivencia y proyección organizativa.
La informalidad en Colombia como el mototaxismo vive el aislamiento colectivo y en el contexto nacional aparece como el totalitarismo de la multitud, que es el objetivo de la empresa privada y del falso capitalismo que aspira a convertir la informalidad en migración interna en todos los países del mundo para abaratar, tercerizar el mercado y tener incautos manipulables.
Estos esquiroles solo buscan asignar únicamente prioridad a las propias visiones, en la medida en que uno se considera, primero, una víctima que ya no puede contar con la sociedad y que, como tal, pretende asignarse ciertos derechos, considerándolos como legítimos. Dentro de este marco, todo puede ocurrir: abusos, calumnias, amenazas, expoliaciones, gestos de violencia, lo cual hace reinar poco a poco un clima de inconformidad.
El directivo que no ofrece a sus agremiados la realización de un marco de orden legal-racional para su convivencia en el ámbito público está llamado a ser reemplazado por el contexto territorial. Un directivo que no logra construir organización para sus agremiados, que no garantiza seguridad jurídica –desde el punto de vista de los agremiados– carece de legitimidad. Es un directivo negativo, toxico, que solo contribuye a agudizar las incertidumbres y profundizar la confusión en los ciudadanos, en el pueblo.
Pero hay opciones, que se concretan en vox populi y que afirman en el presente, y que sostienen que sunmcol es una organización en construcción social, que es medular para orientar y regular comportamientos sociales de los mototrabajadores, como así también es central para hacer viable las transformaciones deseadas y para devolver a la sociedad sindical, su capacidad creativa y el control político.
Quienes trabajan y hacen gestión real en la Junta Directiva solo quieren actuar como promotores y generadores de condiciones para un pacto en pos del bien común, por ahora no hay finanzas porque somos conscientes que no hay educación financiera en el mototaxista como tal.
Actualmente quienes dirigen o hacen gestión real verdadera con argumentos siguen de arbitro, ante las situaciones problemáticas, surgidas de proyectos políticos, productivos de impactos diversos y procedentes de las demandas del colectivo social en su conjunto,
Se sigue impulsando la integración social, la corresponsabilidad con organizaciones de la sociedad civil y la solidaridad. En este caso le proponemos al estado en la concertación y dialogo social enfatizar en la idea de integración social respecto a la de inclusión social, dado que esta última no altera la causalidad si no que atiende lo urgente, mientras que la primera tiene como objetivo ir por la transformación estructural que origina las desigualdades e injusticias permanentes.
Seguimos rescatando el termino mototrabajador como ideario de la Comunidad Organizada que induce necesariamente a la construcción de una sociedad integrada, donde el Estado actual es un actor importante pero no excluyente, dado que se necesita la intervención de otros actores tales como las empresas privadas, las organizaciones de la sociedad civil, comunitarias, además de las voluntades individuales.
Sunmcol
es una comunidad de mototrabajadores informales donde la identidad no suprime
la diferencia acoge al otro; lo común de la comunidad no debe ser la
homogeneidad, sino que debe subsumir las diferencias.
“La comunidad mototrabajadora y organizada, a la que se debe aspirar, es aquella donde la libertad y la responsabilidad son causa y efecto en que exista una alegría de ser, fundada en la persuasión de la dignidad propia. Una comunidad donde el individuo tenga realmente algo que ofrecer al bien general, algo que integrar y no sólo su presencia muda y temerosa.”
Por Bernardo Atlánt.

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