EL MOTOTAXISMO Y SUS DESAFIOS
La informalidad de la motocicleta, es un fenómeno social, que surge y desafía la actual constitución política de Colombia, que en los últimos treinta años y en el contexto de territorio, gana reconocimiento tanto en la sociedad, como en su diversidad de servicio público domiciliario, sea mensajería, cobrador puerta a puerta, transporte de alimentos y el mismo transporte personalizado.
El mototaxi, o el mototrabajador, además de ser una
actividad económica, es un Servicio público, que, aunque no está reconocido por
la legislación, es utilizado mayoritariamente, por los estratos 1 y 2.
Entonces, Si, Colombia es un Estado Social de Derecho
fundado, entre otros principios constitucionales, en la solidaridad y en la
redistribución del ingreso de las personas que lo integran. ¿Por qué el
gobierno y el poder legislativo, no facilitan una comisión interinstitucional,
que construya la política pública para reconocer y reglamentar, esta actividad económica?
El reconocimiento y paso de la informalidad de la
motocicleta a la legalidad, además de ser un acto de solidaridad, que beneficia
una colectividad, hasta hoy invisibilizada por los gobiernos, puede, modificar,
reajustar y orientar la cobertura de planeación de la inversión pública;
Con la reglamentación de esta actividad, se pueden realizar
programas sociales, como expansión y mejoramiento de infraestructura de
servicios públicos, vías, servicios educativos y recreativos como se estipula
en el código de tránsito y transporte.
Históricamente la reglamentación del servicio público
domiciliario en Colombia, se le ha entregado a la empresa particular, y a este grupo
socioeconómico se la ha asignado un régimen comercial con criterios y metodologías
al servicio de la empresa privada, y multinacionales, que acaparan subsidios y
cobros de contribuciones en beneficio particular, con fondos en el paraíso fiscal,
muy lejos del erario público.
El transporte personalizado en motocicleta, en el
contexto de informalidad, ha ganado legitimidad dentro de la sociedad, sin embargo,
el proyecto de esta informalidad va más allá de la reglamentación, el
mototrabajador dimensiona a futuro cambios estructurales para el trabajo digno
con justicia social.
El desafío de esta informalidad en motocicleta a la
norma constitucional del 91, exige y propone, cambios en la legislación, es una
actividad económica informal, que nace de la crisis económica, que genera el
mundo financiero con su poder económico, que manipula, empobrece y cada día genera
más informalidad.
El transporte personalizado como trabajo informal, de hecho,
se toma las calles, campos y ciudades, y vino para quedarse con la idea de
proyecto alternativo, en una dimensión de lucha por el trabajo digno, y reglamentación
de la actividad, y llega para sobrevivir, frente a la desindustrialización, tercerización,
desocupación y desempleo de la población.
Hay quienes dicen que el enemigo del mototaxismo, es
el transporte formal, pero en realidad, estos sectores, lograron identificar
que el problema primario del conductor en Colombia, en la mayoría de las veces
sea el empleador público o privado, sea motocicleta o de vehículo, es que el patrón
no paga la seguridad social del conductor, es este, quien debe invertir, casi
un salario mínimo para adquirir el empleo, solo por tres meses, esa es la
exigencia del régimen privado en Colombia.
El mototrabajador se posiciona en Colombia, con la
idea de generar debate a la empresa privada, las secretarias de transito
generaron núcleos de micro poder económico, entre dueños de grúas y algunos policías
de tránsito propietarios de las mismas, propietarios de parqueaderos de inmovilización
de vehículos, concejos municipales, alcaldías, mediante acuerdos, convenios,
aprobados en actas, decretos, resoluciones, de carácter municipal.
Con estas figuras individuales, se expiden normativas
y se reglamenta la violación a los derechos humanos fundamentales, se promovió la
represión y persecución, se causaron daños psicológicos a motociclistas,
invalides de por vida, abusos en cobros coactivos, motociclistas de estratos
bajos, se endeudaron con gota a gota, asumiendo incluso riesgos de vida.
MOTOTRABAJADORES DE COLOMBIA
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