Rayos X a la Lucha Popular.
Rayos X a la Lucha Popular observan el antes y el después de 2020.
Colombia viene evidenciando la necesidad de transformación social, radical, compleja especialmente en los movimientos sociales, que por compromiso social y político debe enfrentar a las insuficiencias del estado, a la ignominiosa presión que ejerce la empresa privada a los sectores sociales, populares, con el régimen integral del comercio en el mercado; con el covid19, la tarea colectiva, fue constituirse en grupo de apoyo para generar resistencia colectiva y despertar la solidaridad, como movimiento social y político.
El interrogante es como conducir la coyuntura, si la hacen los mismos dirigentes de siempre o reconocen que hay nuevos fenómenos sociales, con nuevos liderazgos que exigen la participación e inclusión democrática en la lucha de clases, teniendo en cuenta la respuesta colectiva de la comunidad en general, que abran espacios de reflexión, sobre un futuro que no puede pensarse como en continuidad con el pasado.
Mas, cuando cada una de las organizaciones que conforman el movimiento social y político en Colombia, que, han contado con mujeres y hombres de conocimiento, que entregaron sus vidas, que forjaron utopías, pensamiento, literatura, hacia sus propias organizaciones, para que sus relevos generacionales decodifiquen y desdoblen conocimiento con voluntad política hacia sus bases; forjaron teorías que han desarrollado una multiplicidad de valores, símbolos, sentimientos y actividades que le dan personalidad y rostro propio a la organización popular.
Narra la historia colombiana que, en la profundidad del tiempo, la
violencia política conlleva conflictos que, a nuestros días, es conocido como
desplazamiento interno, y se presentan en ciudades, distritos y municipios, una
mezcla de ruralidad con lo urbano y la modernidad, generando diversidad de
luchas étnicas, campesinas, negritudes y populares.
Con esta diversidad, surgen nuevos fenómenos sociales como la lucha de la mujer como género, Las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario sin estigma, estereotipos ni violencia; un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas.
Los problemas permanentes de crisis económicas, traen precariedad laboral, desempleo y desocupación, y esa reacción colectiva de sobrevivencia, pario en el contexto social, una nueva informalidad, que se practica en motocicleta, Mototaxi, hoy llamados mototrabajadores, actividad que convive con la informalidad de ventas ambulantes en las calles; de la misma forma las movilizaciones y protestas pacíficas en el contexto internacional, dieron a luz en Colombia, lo que se conoce como la "Primera línea".
Luchas, que hoy reclaman el reconocimiento del territorio, como sujeto político de derechos y de esta forma se va hilvanando el proceso, como "nueva faceta cultural" que fortalece el movimiento social y político, en los tiempos de postpandemia de 2021 en adelante.
Los nuevos tiempos, producen tensiones en el movimiento social, chocan los liderazgos tradicionales, con las nuevas ideas del fenómeno social, cuya esencia, da continuidad al proceso cultural, para perfeccionarse en su contexto social y popular.
El gobierno nacional, no quiere reconocer esta profunda esencia cultural, porque en tiempos de postpandemia el nuevo orden, no puede validar el desarrollo cultural, de un movimiento social y político que se resiste a ser arrasado brutalmente, por una supremacía que impone la dominación en los terrenos de la filosofía, la ciencia y la cultura.
De lo que hay en la dirigencia tradicional, están lejos de reconocer, que, en el contexto de la masa, hay resistencia general, se habla de una lucha social y popular que perduro en los últimos 70 años, que transfiguro sus principios de lucha, y en la que todavía, pesan juicios egocéntricos,
Pues, ese pasado dirigencial en su contexto tradicional, desafortunadamente, promueven una conciliación de políticas, con base en el negocio particular, sin consultar con las bases, y promoviendo la tendencia de representar a quienes detentan el poder político y cultural, actúan como una fuente de nacionalismo demagógico; viven en su zona de confort, se consideran patrimonio cultural, PERO, desconectados de la realidad, son piedras en el zapato, como objetos de gran valor estético, cuyo atractivo "turístico" es importante sólo desde el punto de vista económico.
A estas razones se suma una evaluación necesaria, de carácter colectivo, la reflexión ideológica de cada proceso, facilitara nuevas herramientas para entender el proceso cultural que vivimos, las transformaciones sociales que renovaran verdaderos planes de desarrollo social y popular. La cultura dominante nunca reconocerá y mucho menos entenderá las alternativas del movimiento, por ahora, el debate será permanente con las dirigencias en todos los niveles.



Comentarios
Publicar un comentario