MOTOTAXISTAS DEL MAGDALENA
La subdirectiva SUNMCOL MAGDALENA una mirada al movimientos social en Colombia
En el Departamento del Magdalena los Mototrabajadores agremiados en SUNMCOL comparten el siguiente análisis del trabajo social y el mundo laboral, se evalúa desde el nivel de producción y consumo en Colombia, está por reconstruir, después de esta cuarentena, en el globo terráqueo, el hombre de hoy, ha deteriorado los recursos naturales y energéticos, a costa de obtener y manipular la economía mundial, para beneficio de pocas manos.
Escuchamos en las noticias que indican que la vía, del crecimiento y producción, es ya un genocidio a cámara lenta. Se pronostica la
caída y desaparición de la moneda para el futuro, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos, muestran que las tendencias del progreso, y del pasado se están resquebrajando.
caída y desaparición de la moneda para el futuro, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos, muestran que las tendencias del progreso, y del pasado se están resquebrajando.
Los debates virtuales son fenomenales, pero es solo eso, un discurso sin práctica, porque la tendencia a negociar con los gobiernos individualmente, continua en poder del modelo gobernante, y en esas condiciones no podemos continuar, promoviendo la dispersión interna en todos los sectores sociales, las soluciones tecnológicas, la crisis ambiental, económica y la discriminación al movimiento social, van a continuar,
La negociación por sectores con interés particular, no beneficia al movimiento social colombiano, la problemática de la alimentación, transporte informal, industria, urbanización, conflicto armado y violación a derechos fundamentales, quedaran en solo titulares, denuncias, estadísticas y pliegos, la pandemia social, política, económica seguirá vigente, si no promovemos el debate a la empresa privada, para que fluya la base de nuestra economía y nuestras vidas.
La informalidad colombiana, 15 millones de desempleados, estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización, que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible. Nuestra cultura, sigue idolatrando el modelo, seguimos usando la técnica y el mercado, en favor de las
transnacionales, la competencia y el enanismo mental, nos hacen creer que la lucha institucional es para reemplazar el modelo y si es así estamos equivocados. Y se nos olvida que somos de raíz independientes.
transnacionales, la competencia y el enanismo mental, nos hacen creer que la lucha institucional es para reemplazar el modelo y si es así estamos equivocados. Y se nos olvida que somos de raíz independientes.
La clase media colombiana que se jacta de ser pionera en la producción, y que promueve el consumo que idiotiza nuestras juventudes, y esteriliza las dirigencias, no puede seguir siendo sustentada por el régimen administrativo particular, que desconoce la constitución colombiana y viola los derechos fundamentales.
Los sectores sociales y populares no pueden seguir poniendo muertos, con el discurso de lucha institucional equivocada, desprotegiendo la vida digna de la población, en crecimiento y habitando un mundo de recursos menguantes.
El movimiento social en américa latina, necesita, cambios radicales, en los modos de vida, en las formas de producción, en el rediseño y métodos de trabajo de las ciudades y la organización territorial: y sobre todo en los valores, que guían la lucha de los pueblos.
Necesitamos una sociedad que tenga como objetivo recuperar el equilibrio con la economía, y utilice la investigación, la tecnología, la cultura, la economía y la política para avanzar hacia ese fin. Y para ello, necesitaremos toda la imaginación política, de humildad con generosidad moral y creatividad técnica que logremos desplegar.
Los trabajadores informales de la motocicleta, vemos que esta, Transformación, se topa con dos obstáculos titánicos: la inercia del modo de vida capitalista y la decisión VOLUNTARIA de algunos líderes, de abandonar el barco, para que otros asuman aprendiendo y enseñando sin intereses personales. Para evitar el caos y la barbarie hacia donde hoy estamos dirigiéndonos,
Colombia necesita una ruptura política, profunda, con liderazgo vigente, y una economía que tenga como fin la satisfacción de necesidades sociales dentro de los límites que impone la biosfera, y no el incremento del beneficio privado.
https://youtu.be/9oVpQsCzqqI
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