MOTOTAXISTAS DE NARIÑO COLOMBIA
Los Mototrabajadores de SUNMCOL PASTO
Saludamos la Marcha por la Dignidad, que han emprendido las organizaciones del sur occidente colombiano, Popayan-Bogota, desde la distancia copiamos a estos valerosos caminantes para denunciar que en Colombia nos están matando.
Denunciamos que la Colombia corrupta de hoy, que preside Iván Duque, está ratificando, que, La historia de la humanidad gira en torno a la creación y reparto de excedentes o al robo de los mismos, se reafirma que El conflicto de Colombia es el motor de la historia, del presente real,
DENUNCIAMOS: Que, en Las luchas imposibles de la diversidad, nos encontramos, frente al interrogante del como burlar la muerte. Y en este estado de sobrevivencia, esta, la lucha por la dignidad de los pueblos, El anhelo terrenal de la informalidad directa de los últimos treinta años, que, como fenómeno social busca la inclusión colectiva, en la lucha contra los usurpadores de las riquezas colombianas.
En La lucha por la dignidad en el mundo del trabajo están los Mototrabajadores, es una lucha más, para organizar, para reconocer, para aceptar, para concertar, y juntar al lado de las demás contradicciones marcadas por la época del covid19 de 2020.
En Colombia no ha habido un proceso industrial que revolucione las ideas, en el mundo del trabajo, hoy confrontamos la realidad ante la pandemia del covid19, con un débil gobierno nacional que intenta separar de los medios de producción, a los sindicalistas docentes, bancarios, judiciales, de funcionarios del gobierno, de la salud, de empresas privadas, quieren que los trabajadores aceptemos la propuesta de organizar nuestras vidas a través de reformas y del trabajo por horas.
Ante esta estrategia ignominiosa, del orden desordenado de nuestros gobernantes, consideramos que, hoy, es necesario una nueva relación entre los trabajadores, que incluya a los que no tienen trabajo y a los que, sin ser asalariados, gozan de malas condiciones de vida, consideramos que los principales actores sociales, deben hoy replantear muchas de sus tácticas y de sus estrategias, incorporando la nueva realidad laboral y asumiendo la contradicción que marca el freno pandémico al productivismo, en lo posible sin ninguna de las principales banderas que enarbolan las centrales obreras, al igual que las plataformas de lucha que intentan representar al movimiento social colombiano.
La pandemia de la Covid-19 ha impuesto a la sociedad un estado de shock, de confinamiento en cada núcleo familiar; sin embargo, el gran capital continúa en funcionamiento, ése no ha entrado en shock. Por el contrario, sus dinámicas como la ganancia, beneficio y competitividad, continúan funcionando como hasta antes de que comenzara la pandemia.
Consideramos que ante este atropello del gobierno con los sectores populares no se puede negociar, porque sería aceptar que el capitalismo en cualquier momento puede cooptar, depredar, destruir, todo aquello que se oponga a su modelo, es aceptar que puede mercantilizar las luchas dignas del pueblo colombiano. Intercambiar las luchas por dinero es reconocer la mercancía ficticia, que pone en riesgo a la humanidad, como paso con el día sin IVA, quedo demostrado, que el mercado es un propósito letal del covid19 para que la gente decida morir, sin inocularle el virus.
Negociar económicamente las luchas de los movimientos sociales, es responder a la reproducción de la lógica neoliberal, y eso cuenta en el futuro cuando nuestros hijos, escudriñen nuestras luchas. El dinero es una mercancía ficticia porque pasó de ser un medio de intercambio “al gran doblegador de las voluntades democráticas; es decir, son los grandes monstruos financieros los que son capaces de poner de rodillas al movimiento social colombiano.
El neoliberalismo ha implantado sus lógicas como un sentido común y por eso es tan difícil pelear contra él, porque es un sentido común, donde todos queremos ser poder, nos sentimos como empresarios de nosotros mismos y vivimos la vida invirtiendo, peleando de alguna manera todos contra todos, y siendo poco capaces de pensar; cómo será un mundo, donde no existiera un intercambio constante entre ofertas y demandas, compradas y vendidas en el mercado.
Por estas razones Nos referimos al freno pandémico, para decir que hagamos un alto en las ideas y en la lucha, no podemos esperar respuestas económicas para que el neoliberalismo siga devastando el movimiento social, las luchas indígenas, campesinas, sindicales y negritudes, podemos reconstruir en el tiempo, un mundo laboral propio, y eso pasa por reconstruir al tiempo una nueva identidad cultural que refuerce -el yo soy mío-, o el nosotros, del colectivo,
Los trabajadores informales no sabemos todo; lo que hemos aprendido es, de sus luchas, y esa perseverancia de ustedes, en la lucha, es la que nos hace cuestionar, que aún existen nuevas formas de reciprocidad que generen confianza, nuevas formas de orientación política para el futuro, que permitan enfrentar, los embates de otras propuestas de futuro, que hasta hoy han sido excluidas,
Por un momento descuidemos el negocio, y organicemos la legislación popular propia, la economía propia, la cultura, la política y el sistema normativo, todo, forma parte de la misma reconstrucción del derecho al trabajo como el principal derecho colectivo de los seres humanos, por tanto, es esencial que la reflexión Obrera Sindical y todos los colombianos, pongan en el centro del debate, la necesidad de construir un lenguaje propio, que le devuelva la identidad perdida en el viaje inflexible al que nos quieren llevar las dirigencias, camino al capitalismo salvaje
Mototrabajadores de Colombia
SUBDIRECTIVA SUNMCOL NARIÑO.
SUBDIRECTIVA SUNMCOL NARIÑO.
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