MOTOTRABAJADORES DE COLOMBIA
El año 2020 para
el mototrabajador y el mototaxista con lleva un ejercicio práctico en los
municipios, cada alcalde deberá aplicar la norma por ley, los operativos a la
movilidad, tránsito y transporte continuaran, así en el pasado proceso electoral se haya
ayudado o no, la politiquería continuara en su camino de interés personal y
privado.
Vendrán las
mesas de concertación, o sofismas de distracción para dilatar, y como sindicato
se seguirá trabajando para que se garantice el derecho al dialogo social, como
lo estipula la norma internacional, y como lo expresa el plan nacional de
desarrollo que es acabar con la informalidad en Colombia, los Mototrabajadores
insistiremos en la defensa jurídica, en la educación, salud, en oportunidades y
propuestas del estado para la actividad informal.
Como sindicato SUNMCOL en cada territorio es un
recurso social que el mototrabajador debe entender desde su inicio en la afiliación
sindical, y seguiremos expuestos a los estereotipos, a ser endeudados por el
lado de la norma, a ser extorsionados por parte de la delincuencia común, y por
parte de la autoridad civil y de tránsito, y eso se llama violencia permanente
y estructural.
La identidad del
mototrabajador, el trabajo informal, el mal llamado mototaxismo, está atravesada
por la negación del estado, a nuestros derechos en todas las dimensiones
humanas.
Como movimiento
social no existimos, para el gobierno local y nacional, porque no se cuenta con una ley que proteja y defienda, al
mototrabajador, por estas razones el manoseo y la politiquería en su interés para
gobernar para sus intereses personales, y no en favor de quienes lo eligen.
En Colombia
existe un código penal, y unas normas internacionales que “regula las amenaza
al trabajador”, pero no se aplica como debe ser, es una justicia politizada al
servicio de intereses multinacionales.
En el mal
llamado mototaxismo existen una serie de factores; además, de la desorganización,
y dispersión que determinan la necesidad de movernos en este proceso de trabajo
informal, pero sindicalmente seguiremos reclamando el respeto a la vida, al
derecho al trabajo digno, a la diversidad, el movimiento social no puede ser
considerado como una ciudadanía de segunda clase.
Los Mototrabajadores
seguiremos insistiendo en 2020 como el año de la integración, y la constitución
de nuevos procesos, reconocer lo que nos afecta en la convivencia, que fenómenos
son los que crean la xenofobia, el racismo, pero trabajando unidos en la
diversidad y con,
DIGNIDAD, EQUIDAD Y RESPETO
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