El Mototaxista, las Comunicaciones en lo Electoral
El proceso electoral en Colombia tiene más
actores particulares y menos proyectos sociales concretos, se avanza en linea según el excluyente
plan nacional de desarrollo, cuya característica es una concentración económica
para la empresa privada, discrimina el campesino, el indígena, y el movimiento
social; generando el desplazamiento y abandono de tierras, violando el derecho de la propiedad en favor del interés particular,
como si fuera poco se expresa una fuerte centralización de la producción
económica para generar desempleo, tercerización laboral e informalidad directa.
A esta doctrina de caos se le suma el ingrediente
electoral y digital, con un público sumergido en el mundo cibernético, Los
usuarios nos sumergimos en una realidad, Aparentemente ficticia, paralela a la
realidad, por estos meses hay un cambio de actitud en los actores que hacen
parte de las esferas de la sociedad colombiana, se catean formas de organizarse,
de hacer activismo para hacer política. Con las redes sociales, no solo se usa
otro lenguaje, sino otros códigos, se cambian las relaciones, la cultura, la
educación, incluso la economía, porque LO
ELECTORAL es una fuente de empleo mas, por ejemplo: el salario mínimo es y será
circunstancial para muchas personas en estado de desocupación, al ganar un diario
de 70 000 pesos, para promocionar candidatos, lucir camisetas con mensajes
engañosos de la política tradicional, utilizar personas para repartir
propaganda electoral puerta a puerta, en línea con los medios de comunicación,
y redes sociales, quienes captaran las ganancias económicas al mejor estilo del
QUIEN DA MAS.
En 2019 el planeta está pasando por un desarrollo
tecnológico, con medios de comunicación que influyen en las redes sociales y en
las relaciones interpersonales; en términos de utilidad electoral, se cambian las
formas de comunicación en las relaciones, estamos atravesando con la suerte de Windows,
múltiples pantallas, múltiples estímulos, Con poco tiempo de atención en cada
uno de ellos, y donde los mensajes, fluyen, más velozmente en impactos muchos más
viscerales, de propagación y difusión de narrativas, a partir de aspectos
afectivos, racionales, probablemente esto ha sido así, ahora está más enfatizada,
y más consolidada, la circulación de mensajes a partir de esta noción de lo afectivo.
Como informalidad directa los mototrabajadores,
estamos explorando un proyecto obrero sindical, que asuma nuevas formas de
comunicarnos con el otro, a compartir en solidaridad y a convivir en armonía en
esta era digital, donde las redes sociales han creado un mundo aparentemente
paralelo, en los que no debemos ser ingenuos, y que debemos estar atentos para
discernir, diferenciar ente los mensajes reales y los falsos, los cibernéticos
y nuestros propios sentimientos.
El mundo privatizador y excluyente exige a
quienes generan las nuevas tecnologías y sus especialistas, a capturar la
atención de la gente, ya es normal ver a los ciudadanos conectados a un
dispositivo con la tendencia a producir cierto rendimiento mercantil y
comercial. El nuevo ecosistema mediático está relacionado con las nuevas
tecnologías, manipula las formas de los
discursos del momento, con las relaciones establecidas entre usuarios y redes
sociales, cuyas características son los intereses particulares, con discursos y
narrativas fragmentadas; en esas relaciones no se puede hablar, ni interpretar
un público en plural, porque ya no hay un único público homogéneo, por tal
razón se concluye en los análisis de esa relación, que es una influencia muy homogénea,
más generalizada y vertical.
En términos de cooptación virtual, las redes sociales
se exceden, sobre la lógica estructural en que se mueven, se sabe, que nada
tiene que ver, con quienes diseñan una campaña comunicacional, tampoco tiene
que ver, con las elecciones democráticas del usuario, pero se entienden,
haciendo la salvedad que no son jerárquicas,
Las redes sociales tienen muchísimas jerarquías; incluso las jerarquías
mediáticas y las jerarquías comunicacionales de las redes sociales, hoy, son
aún mayores que lo que eran los medios de comunicación tradicionales.
La persona del común, piensa que nos han creado, que
uno escoge a quien seguir, a quien leer, a quien observar, o con quien
conversar, pero eso ya viene impuesto, es decir la realidad de la IDEA de la
democracia directa, murió en el momento mismo en que nosotros decidimos seguir a usuarios de
alto rango, de los influenciadores de los que se hablan son los que marcan la narrativa que circula
en LAS comunidades, que son comunidades cerradas, donde hablamos en términos
que coincidimos discursiva e ideológicamente, esos influenciadores son los que
generan mensajes que compartimos en facebook, que retuitamos; pero cuál es la
importancia mediática; es que se logre
instalar la agenda alternativa de trabajo, que genere conmociones públicas, dinamizando
el activismo estéril, donde hay una formación, un involucramiento político de
la ciudadanía, que promueva eso, ejemplo lo que paso con los chalecos amarillos
donde un ciudadano que desde su lugar de trabajo denunciaron lo que estaba
pasando en Francia, y a partir de eso generaron toda la reacción traducida en
chalecos amarillos como acto de desobediencia civil, o lo que sucede con quien
se proclama presidente de Venezuela, quien con discurso en plaza pública y un twitter
internacional, se hace mostrar que es reconocido
legítimamente, pero que las rectoras de derechos humanos como la ONU, LA OEA, y
personalidades desmienten internacionalmente.
Esa desobediencia civil no viene desde la calle, sale
desde las redes sociales, no existe
una distinción entre el territorio digital y el territorio, No hay una comunicación desde abajo, NO es
horizontal, es menos concentrada, en estos hechos lo que las redes sociales hacen
es, consolidar la polarización política que se viene dando en muchos países,
que no es por culpa de las redes sociales,
pero que lo consolida, Lo confirman estas estructuras orgánicas, que lo
que muchos llaman los algoritmos de las redes sociales y lo que hacen los algoritmos, es conectar a
la gente que piensa de manera similar, entonces nos ubican en barrios digitales
cerrados, donde todos nos sentimos mayoría, es cierto que estamos ubicados
dentro de una burbuja, donde nos conectamos con el patrón digital y otros
usuarios y nos vamos alejando de los otros usuarios, y eso es lo que se define
como polarización política en las redes sociales. Las redes sociales son medios
que son más o menos eficaces para generar distintos movimientos sociales y
políticos, por si solo no causan política, NO
generan política por sí sola, pero la expresan de alguna manera.
Hay algo importante que debemos tener en cuenta en la
coyuntura electoral y en el permanente movimiento social, es, que la política,
los procesos políticos, los proceso electorales ahora están marcados, por el
uso, por el abuso, y además por la configuración, por un esquema de activismo
político, en las redes sociales y no en las calles, no en las plazas, y no en
los foros. Para el próximo 27 de octubre, el proceso electoral ya tiene un
activismo digital importante, la ofensiva de mensajes falsos, como calumnias,
incluso amenazas de muerte, las hegemonías políticas preparan el baúl digital
para incidir en los resultados, para favorecer sus intereses particulares a lo
electoral.
En esta coyuntura no se puede perder de vista el
escenario político en que esto se da, toda campaña digital está profundamente dividida,
el mundo digital expresa que en la política está habiendo una profunda
polarización, que se traduce en las redes sociales, y se consolida. En estado
de polarización, las comunidades están cerradas, interactúan entre ellos los
mensajes falsos que en realidad lo que hacen es activar ideas, que están circulando,
en esas comunidades; y se confirma la propagación del mensaje falso, que
depende de la acogida que den quienes comparten valores políticos e
ideológicos, en esas comunidades, esos mensajes falsos se propagan porque se
acepta y quiere creer ese mensaje.
En estos momentos de polarización política que ya está
circulando, se activan las hegemonías, más ideologizadas, propagando en el
auditorio publico los mensajes falsos, que son los que tienen mayor activación
en las comunidades, como una forma de atacar al contendor, haciendo denuncias
sin pruebas y amplificando en las redes sociales, En el tema de la
judicialización de la política; el procesador del caso, el juez, está
prácticamente condicionado para no quedar mal con ese universo, de esa
comunidad digital, que actúa en contra de esa persona, sin tener las pruebas
por que ya fue juzgado mediáticamente.
Se pone sobre la mesa la polarización real de la
población, el movimiento social y popular, y la polarización digital; en ese
sentido se pone de manifiesto la urgente necesidad de trabajar un proyecto de
ley para la gestión electoral, que condicione formas sanas de hacer política,
que penalice la calumnia severamente, y la injuria en los bandos políticos, que
condene esa información que aflora en el papel, la lectura, en esta era digital
de las relaciones interpersonales, las relaciones sociales, incluso la relación
política con los gobernantes, con los candidatos que compiten para administrar
públicamente las corporaciones de concejo, asambleas, cámara, congreso de la
república.
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