EL RETO DE LAS BICITAXIS
No hay duda
que el principal ‘dolor de cabeza’ para las autoridades de tránsito en
Cartagena son las motocicletas, especialmente las usadas para el transporte
público informal: las mototaxis.
Aunque se
han tomado algunas medidas para controlarlas, parecen inocuas ante un problema
que empeora cada día. Por ejemplo, para combatir la inseguridad, no solamente
se implementó el día sin moto el segundo y último viernes de cada mes, y se
prohibió la circulación después de las 11 p . m., sino que también se aplicó la
medida de no parrillero en ocho barrios.
Con la
llegada del Sistema Integrado de Transporte Masivo, el objetivo era que ninguna
motocicleta debía pasar por la avenida Pedro de Heredia, sin embargo, el
exalcalde Manolo Duque dijo que no era necesario prohibirlas en esa vía porque
tan exitoso iba a ser Transcaribe, que la gente dejaría de tomar moto. Es
decir, no ha habido aún una decisión contundente para ponerle freno o regular
el mototaxismo, lo que ha hecho más difícil controlar este riesgoso servicio
usado por muchas personas por su bajo costo y rapidez.
Otro medio
de transporte que está creciendo de manera descomunal y sin ningún control en
la ciudad es el bicitaxismo, otra fuente de empleo informal que se expandió por
varios sectores de El Pozón, Las Gaviotas, Chiquinquirá, Manga, y Crespo, entre
otros, con bicicletas adaptadas para llevar hasta tres pasajeros en la parte
trasera por no más de 2 mil pesos la carrera, pues los recorridos no son muy
largos.
A
principios de mes, a través de la resolución 03256 del 3 de agosto, el
Ministerio de Transporte reglamentó y autorizó la prestación del servicio
público de transporte de pasajeros en triciclos o tricimóviles con pedaleo
asistido, conocidas popularmente como bicitaxis.
Lo que se
busca es “la prestación eficiente, segura y oportuna, aprovechando el uso de
tecnologías de la información y las comunicaciones, y la alimentación de estos
al SITM (...)”.
En
Cartagena no hay un informe serio que indique cuántas personas se dedican a
este oficio, pero en los últimos años se ha crecido considerablemente debido a
que muchos barrios siguen sin contar con los alimentadores del SITM ni con ruta
de buses o busetas del TPC.
Ya se ven
bicitaxis también en avenidas principales y muchas hasta en contravía,
conducidas por personas sin ninguna capacitación y que irrespetan las señales
de tránsito porque creen que no deben cumplir normas, al igual que algunos
ciclistas, que también se creen con el derecho de andar por vía contraria. Es
importante que el Gobierno distrital estudie esta resolución a tiempo, y no cuando
el bicitaxismo se le salga de las manos, como pasó con el mototaxismo. La
bicicleta es un transporte amigable con el medio ambiente, por lo que se deben
hacer esfuerzos para promover su uso. Hoy son las mototaxis los vehículos más
usados como alimentadores por los usuarios de Transcaribe. Seguramente, con un
adecuado control y vigilancia a las bicitaxis, con conductores con licencia y
demás requerimientos del organismo de Tránsito, y con unas rutas seriamente
establecidas, sin permitir andar en contravía, no sería un error apostarle a
este servicio.
Comentarios
Publicar un comentario