FORO MINERO ENERGETICO
LAS MULTINACIONALES VIVEN EN COLOMBIA
GRACIAS A LA RENTA DE LA NATURALEZA
La
subdirectiva SUNMCOL DONCELLO, filial del Sindicato Único Nacional de Moto trabajadores de Colombia SUNMCOL, no somos ajenos a la resistencia de
las comunidades caqueteño-amazónicas, y hacemos un llamado a las fuerzas vivas
del Caquetá para que constituyamos un
reclamo jurídico de trascendencia internacional, Las actividades petroleras y
mineras deben tener en Colombia un tratamiento diferenciado, reconocemos su
evolución, la estructura y
perspectivas siempre y cuando se
conserve el respeto a la naturaleza, étnica y popular del conglomerado social.
Los
desbalances minero energéticos y la masiva destrucción de la Amazonía caqueteña
a futuro, nos convertirá en una región
periferia de la periferia,
confrontándonos a una cruda realidad, poniendo a riesgo la democracia y
sus relaciones multiculturales, no podemos aceptar la pobreza por el simple
hecho de ser pobres, porque somos ricos en recursos naturales y esa historia y
la realidad nos reta a repensar el
desarrollo, a construir entre todos y todas el buen vivir. Que nos permita
preguntarnos, ¿Cómo explicar esta curiosa contradicción entre la abundante
riqueza natural y la pobreza en nuestro país? ¿Qué implicaciones tiene la extracción
de petróleo u otros minerales sobre la economía, sobre la sociedad, sobre la
política? ¿Es posible sobreponerse a los efectos negativos que ejerce la
abundancia de recursos naturales? ¿Será inevitable repetir los fiascos que
representaron las bonanzas del cacao, del banano, del mismo petróleo?
Los Moto trabajadores consideramos que el peso
abrumador de este tipo de economía extractivista, atada a la renta diferencial
de la naturaleza, ha generado una serie de efectos perniciosos en las estructuras
económicas y sociales. En lo institucional las multinacionales obligan a los
gobiernos a configurar relaciones
sociales verticales que generan conflicto, que discriminan, excluyen y generan
desplazamiento interno e Igualmente se continúan consolidando las desigualdades
sociales y económicas, bajo el supuesto
truco de sostener la creencia en las bondades de este esquema extractivista,
generando conformismo y pasividad con programas asistencialistas que educan en
la fila eterna de la limosna, para mantener a la población en la ignorancia de
la dinámica de una economía primario-exportadora de carácter rentista y autoritario.
Como caqueteños
vemos que el impacto
socio-ambiental de las concesiones en Colombia, nos deja efectos adversos a la
salud de nuestros hijos, nos ha causado
daño moral, social y económico a quienes habitamos cerca de los pozos y
estaciones, Se afecta básicamente la territorialidad, alimentación y
tradiciones culturales de los pueblos indígenas, principalmente a las
nacionalidades que habitan históricamente en el área de la concesión.
Queremos
el buen vivir, como una oportunidad a construir, mediante un proceso participativo e
incluyente en donde nos sentemos todos y todas a compartir la discusión sana,
que alimente el dialogo y el nivel de vida construyendo equidad social, de
género, étnica, intergeneracional y regional a todas las acciones de la
política económica, en donde tenga en cuenta el empleo, la informalidad, y la
distribución de los ingresos; Este
esfuerzo debe atender principalmente a los más pobres sin criterios clientelistas, la institución
como estado, los organismos sociales y políticos de la región, tenemos el reto de construir política
pública, política económica como estrategia
alternativa, no solo como un elemento
más, aislado del contexto de transformaciones que son indispensables para el
Caquetá y Colombia.
¡Amigo caqueteño, en usted esta la
construcción colectiva del buen vivir, para el desarrollo comunitario.
Moto trabajadores del Caquetá fomentando el buen vivir.!!!
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