LA REALIDAD DEL MOTOTRABAJADOR

EL MOTO TAXI UNA REALIDAD EN FLORENCIA


AGRADECIMIENTOS A NOTIAGEN POR PUBLICAR LA PROBLEMÁTICA DELOS MOTOTRABAJADORES

Por: Cristian S. Marquín Gaviria
El 22 de julio de este año, la prensa informó al país sobre los choques que en Florencia, Caquetá, se dieron entre los mototrabajadores y la Policía. En este artículo se entrega la versión de los primeros sobre el origen de su trabajo, sus derechos y difíciles condiciones para laborar.
                           EL CALVARIO DEL TRABAJO INFORMAL EN COLOMBIA
Nelson cordoba  mototrabajador de pasto -Nariño

La economía de Colombia se cataloga como la cuarta de América Latina, después de las economías de Brasil, México y Argentina. Sin embargo, hay mucha desigualdad en la distribución de riqueza: un 49,2% de la población del país está por debajo de la línea de pobreza nacional (2 dólares diarios de ingreso por persona). A eso se suma la baja cobertura del Sistema General de Pensiones, que funciona producto del ahorro de las personas pero no alcanza a cubrir las necesidades de los ancianos pobres e indigentes. El desempleo se ubicó en el 10,9% el pasado mes de junio de este año (2011), frente a una tasa de 11,6% del mismo mes de 2010 y la tasa de subempleo, que según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) es una subutilización de las capacidades productivas de los trabajadores o a una remuneración inadecuada, alcanzó en junio el 42,4% (unos 9,3 millones de personas).



En un escrito peregrino que alguna habitante de Florencia, la capital del departamento de Caquetá, colocó en un muro de la ciudad, se lee esta otra manera de ver la realidad descrita por el Dane: «En medio de la diversidad étnica y cultural, en medio de balas, represión, violación de derechos humanos, sangre, lágrimas e inestabilidad psicológica, es numerosa la población colombiana que deambula tratando de entender y de encaminar a sus descendientes hacia un futuro mejor o por lo menos más llevadero; tratando de buscarle una realidad menos desquiciada que la que ella ha tenido que mirar a los ojos. Una lucha constante que la ha llevado a concebir alternativas para sobrevivir en medio de una sociedad que en la mayoría de las ocasiones se torna excluyente e hipócrita».

Inicios de un fenómeno social

Marcha contra proyecto antimoto Popayan Colombia

A mediados de 1980, un desempleado del departamento de Córdoba, en el norte de Colombia, concibió la idea de percibir ingresos con su moto. Se trataba sencillamente de cobrar por transportar en su vehículo de motor y dos ruedas a otra persona a un destino. Rápidamente se convirtió en una opción para muchos y se extendió por la región Caribe colombiana en ciudades como Montería, Sincelejo, Cartagena y Barranquilla y por más lugares del país. De modo que en ese oficio se ocupan hoy unas 400 mil personas, ahora conocidas como mototaxistas. Así lo refirió el periódico El Espectador, en su artículo «El mototaxismo, a punto de estallar». Una idea más que surge en este país donde apremia la insatisfacción de las necesidades básicas en materia de salud, educación y alimentación y donde se violan a diario los derechos humanos. Pero también donde siempre hay ganas de seguir adelante.

La Corporación Universitaria del Caribe, Cecar, con su Observatorio Socioeconómico de la Sabana, hizo una investigación, cofinanciada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud, titulada «El mototaxismo en Sincelejo, un análisis socioeconómico». En los resultados obtenidos indica que «la falta de empleo en Sincelejo y Sucre en general fue la causa principal que dio origen al mototaxismo: para el período 1996 – 2003, en Sucre la creación de empleo creció a una tasa (1,2%) menor a la de la población en edad de trabajar (2,3%), generando una incapacidad estructural de la economía departamental para absorber flujos crecientes de mano de obra que se han visto alimentados, además, por fenómenos como el desplazamiento forzado de la población ». Estos resultados develan la realidad del mototaxismo en Colombia.

Mototaxismo en Florencia

Directivos de SUNMCOL Florencia

«En Florencia, el mototaxismo comenzó hace más o menos 12 años –dice John Jairo Gil Arteaga– Cuando yo utilizaba el servicio de mototaxi no era tanta la población que trabajaba; por eso se notaba poco. Últimamente, debido a la quiebra de empresas que han existido en el departamento, se ha incrementado el mototaxismo en Florencia». John Jairo Gil Arteaga es hoy presidente del Sindicato de Mototrabajadores de Florencia (Asomotransflo), vocal del Sindicato de Mototrabajadores de Colombia (Sunmcol) y quien hace las veces de vicepresidente de la Asociación de Mototrabajadores de Colombia. Él comenta que entre los mototrabajadores más antiguos, hay personas que llevan ejerciendo 8 y 9 años; «algunos se han retirado. Sabemos que lo hacen porque lo vieron en la Costa y les pareció favorable hacerlo».

El departamento de Caquetá, cuya capital es Florencia, se encuentra situado al sur de Colombia. Tiene 30 años como departamento y se encuentra en la Amazonía, región de gran importancia especialmente por sus selvas y su biodiversidad.
El Caquetá tiene una extensión de 88.965 kilómetros cuadrados y lo conforman 16 municipios, 63 inspecciones de Policía, caseríos y poblados. Son territorios que, por estar donde están, son biodiversos y sus ciudades pequeñas tienen un comercio muy activo que se corresponde con el vigor de su gente.

Un número especial del Boletín RUT (de diciembre de 2004) que publica la Pastoral Social señala «que la economía del Caquetá se sustenta en la producción agropecuaria lícita e ilícita, el extractivismo forestal y pesquero, las actividades comerciales y la prestación de servicios. (…). Dentro de la producción agropecuaria cabe destacar la agricultura lícita o tradicional por un lado y la siembra de cultivos de uso ilícito, como la hoja de coca, por otro». Los cultivos agrícolas tradicionales (plátano, arroz, pan coger) se mantienen como parte esencial de la economía del departamento, a pesar del auge que tuvo la coca hasta mediados de 2004, cuando el gobierno nacional empezó a fumigar y esto los afectó negativamente.

JUNTA DIRECTIVA DE SUNMCOL SECCIONAL CAQUETA

Dice Cerbelión Cruz Peña que «a pesar de que los mototaxistas no tengamos una empresa bien constituida, como la Ley la ordena, estamos prestando un servicio muy favorable a las personas y me parece muy justo que la administración nos tuviera en cuenta como trabajadores vulnerables que laboramos por la necesidad de empleo que hay aquí; que no nos miren como personas ilegales; nosotros no transportamos nada ilegal y nos gustaría que nos tuvieran en cuenta como un gremio de transportadores que trabaja y lucha por las personas que de verdad lo necesitan. Hay mucha gente, y ahí me incluyo, con una situación económica muy dura y no tenemos para pagar un transporte de 3.500 pesos para irnos en taxi». Cerbelión Cruz es vicepresidente encargado del Sindicato de Mototrabajadores de Florencia y lleva en el mototaxismo aproximadamente un año.

MOTOTRABAJDORES EN CONGRESO DE LOS PUEBLOS 

Dinámicas que se entrecruzan:
A través de los años, la población del Caquetá, particularmente de Florencia, ha tenido que enfrentar diversas situaciones de violencia de manera directa. Masacres, violaciones a los derechos humanos, los llamados “falsos positivos”, asesinatos selectivos, extorsiones, reclutamientos y desplazamientos forzados se han respondido con la resistencia social y la organización en procura de la paz. El mencionado boletín que publica la Pastoral Social subraya que «la precaria presencia histórica del Estado en la región ha permitido que empresarios nacionales y extranjeros, congregaciones religiosas, colonos y, recientemente, narcotraficantes y grupos armados, ocupen los espacios (…) es notorio que el incremento de cultivos de uso ilícito a partir de 1978 aceleró la colonización mucho más que en los 30 años anteriores. La agudización del conflicto en esta área data de finales de los años 70, período en el que las Farc [organización insurgente] registraron un notable crecimiento en sus acciones en Caquetá y Guaviare».

De otra parte, en 2006 se anunció el desmonte de varias estructuras del paramilitarismo presentes en el departamento de Caquetá y cinco años después se teme el rearme: Así lo registró el periódico El Tiempo, el 16 de febrero de ese año: «en la entrega número 30 de armas de paramilitares se desmovilizó Juan Carlos Monje, segundo al mando del Bloque Sur Andaquíes y hermano de John Eduar Monje, hasta hace un mes secretario General de la Gobernación de Caquetá y ahora representante del mandatario seccional en Bogotá. (…) Con la ceremonia de este miércoles, quedaron desmontadas las estructuras Próceres del Caguán, Héroes de los Andaquíes y Héroes de Florencia, que dependían del Bloque Sur Andaquíes».

En el momento de la desmovilización esas estructuras controlaban los municipios de Morelia, Valparaíso, Solita, Milán y La Montañita. Hoy no está claro cuántos paramilitares dejaron las armas y cuántos volvieron a sus actividades. En la revista Semana del 20 de abril del 2011, la Organización de Estados Americanos manifiesta su preocupación por que 3.578 desmovilizados de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia hayan vuelto a la violencia.

El desplazamiento forzado es una situación más que afronta el departamento. Según el Pnud, Colombia es el cuarto país en el mundo con más desplazados. Se calcula que entre 1997 y 2010 hubo más de 3 millones 600 mil personas y sólo en el Caquetá, 95.281 que a raíz del conflicto armado tuvieron que abandonar sus territorios (seis millones de hectáreas) en calidad de desplazadas.

Así interpreta este intrincado panorama un usuario del mototaxismo en Florencia: «El gobierno prometió a una cantidad de gente que se desplazó y se desmovilizó que le daría su arriendo, subsidio, capacitaciones técnicas por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje; sin embargo, incumplió; entonces esta gente busca la manera de sobrevivir; los mototaxistas no le están haciendo daño a nadie, no le quitan nada a nadie» Para muchos habitantes, el mototaxismo se volvió una alternativa ante las adversidades que afrontan en medio del conflicto.

Las sanciones y sus efectos

La ley 769 de 2002 establece sanciones para el conductor de una motocicleta por prestar un servicio no autorizado: esas sanciones van desde la multa, hasta la inmovilización del vehículo y la suspensión o cancelación de la licencia de conducción. Más tarde, en 2006, ante el fenómeno del mototaxismo, la legislación colombiana expidió el decreto 2961 que ordena a los alcaldes sancionar con 408.000 pesos de multa e inmovilización de cinco días a quien ejerza el mototaxismo.

Esas medidas parecen no contar con las realidades de la región: El director ejecutivo de la Corporación Nacional de Mototaxismo (Conamotax), Rodolfo Fernández, señaló en sus declaraciones para El Espectador del 3 de diciembre de 2007 que las medidas del gobierno son difíciles de aplicar, por cuanto el problema es una bomba social que no se puede manejar con restricciones, «más si se tiene en cuenta que en el país existen 156 empresas dedicadas a este trabajo », Y es enfático en afirmar que las soluciones a este fenómeno no se pueden ejercer por la fuerza.

COMPAÑERO EDUARDO PERDOMO DESDE EL 1 DE DICIEMBRE DE 2010 SE ENCUENTRA EN ESTADO DE COMA POR PERSECUCIÓN DE LA POLICÍA DE TRANSITO EN FLORENCIA CAQUETA
En ese clima de control al mototaxismo, se han desencadenado agresiones, accidentes provocados y otras prácticas que vulneran los derechos humanos de los que se conocen como mototrabajadores. «Muchas veces, cuenta Cerbelión Cruz Peña, los señores policías se colocan detrás de las motos, las empujan, las desestabilizan, las tumban al piso; ha habido muchos accidentes. Igual lo hacen los señores taxistas, los buseteros, Cuando vamos con una persona transitando normalmente por las vías, ellos nos cierran, muchas veces nos tiran los carros encima».

Esas afrentas son cada vez más frecuentes. Por ello y buscando propuestas desde el gremio para resolver la situación, se conformó en septiembre de 2010 la Federación Nacional de Mototrabajadores, Fedemotracol. «Lo que me incitó a liderar el proceso de los mototaxistas, relata John Jairo Gil, fue el maltrato y la incapacidad ante los atropellos a los que nos veíamos sometidos por parte de la Fuerza Pública. Eso nos llevó a contactar a mototrabajadores de otros departamentos e hicimos una primera reunión en la ciudad de Popayán. Elegimos una junta, Fedemotracol (Federación de Mototrabajadores de Colombia), en la que yo hago las veces de vicepresidente», agrega.

A partir de la conformación de esta organización, John Jairo Gil Arteaga impulsó la organización de los mototaxistas en Florencia y se conformó hace un año el sindicato de mototrabajadores de esta ciudad, Asomotransflo, del cual es presidente.

ASAMBLEA DE MOTOTRABAJADORES EN POPAYAN

Testimonios
Robi Salas, habitante del barrio Nueva Colombia, empleado del municipio.
Es muy grande el abuso de autoridad que viene teniendo la Policía Nacional con los mototaxistas y no sólo con ellos, sino con todas las personas que tiene su respectiva motocicleta para trasladarse.
Es impresionante cuando los agentes de policía montan un reten y persiguen las personas y se le abalanzan sobre sus vehículos y les quitan las llaves y el trato que se le está dando alas personas; se les está dando trato de animales o delincuentes, como si fueran los más peligrosos delincuentes de este país y no es así.
Sería bueno que hubiera una organización que le observara con atención esta situación que se está presentando en el municipio de Florencia.

Jorge López, abogado
No hay ninguna parte de la Constitución que prohíba el derecho al trabajo, no estamos pretendiendo que se atente contra la seguridad Estatal. La gente esta aburrida de que la estén humillando; usted protesta y de una vez le meten dos o tres partes y con esos pierde su moto; en cada parte se quiere quitar un salario mínimo.
Es un negocio redondo entre la Secretaria de Transito, el servicio de grúa y el parqueadero. La pelea debe ser legal, ellos hicieron un decreto que hay que tratar de tumbar, desbaratar ese decreto, después de que se suspenda ese decreto, la Secretaria de Transito no puede hacer nada.
Aunque no hago parte de los mototaxis, pero no estoy de acuerdo que se agreda a la gente; que la Fuerza Pública la lesione.

Mototaxista (pide reservar su identidad)
Hace seis meses trabajo en el mototaxismo. Que día iba para el centro y los señores agentes de policía apenas estaban montando el retén; entonces yo seguí y yo iba en medio de dos carros; lo que menos pensé fue que los policías se me fueran a tirar encima de la moto y me hicieran caer sobre otro carro.
El del carro decía que la culpa era mía porque yo iba manejando la moto; yo en ese momento les dije que yo no les respondía por los daños del carro, pero como se me llevaron la moto para los patios y yo la necesitaba para seguir camellando, me toco cuadrar con el dueño del carro para poder sacarla de los patios. Yo pienso que eso está mal hecho, ni siquiera habían montado el retén, apenas estaban poniendo los conos.

Leidy Johana Díaz, habitante de Florencia
Yo estaba en el centro de la ciudad y decidí tomar un mototaxi; cuando veníamos, el conductor no pudo evitar el reten y un policía nos paró y le preguntó que si él era mototaxi; él dijo que no, que él no era mototaxi; el policía le pregunto que quien era yo, el dijo que yo era la novia; no le creo, le dijo; cómo se llama ella. El conductor le respondió: ella se llama Leidy. Y a mí me preguntó: y él, cómo se llama. Yo le dije: Robinson. El policía pregunto qué cuanto llevábamos de novios. Él dijo: apenas un mes. El policía le dijo al muchacho. Entonces, dele un beso para creerle, o si no, me deja su moto aquí y se va.

José Aurelio Rojas, Mototaxista
Hace un mes, el 29 de junio, me atropellaron los policías. Yo venía del barrio El Raicero, bajando por el parque, al pie del Banco Da vivienda, en mi motocicleta. Tengo una motocicleta Eco De luxé, modelo 2011; había un reten de policía, entonces de pronto un agente me hizo el pare; yo paré, me pidió mis documentos; amablemente le pase mis documentos al señor agente.

El agente tenía la comparendera (formato para hacer comparendos o instaurar multas) en las manos y empezó a escribir el comparendo. Entonces yo le dije: agente, qué pasa, qué documento le hace falta. Me dijo: no, es que usted me botó el parrillero aquí a una cuadra, Yo le dije: me da mucha pena, pero eso no es verdad. Y siguió escribiendo y mira hacia el Banco Da vivienda donde había gente subiendo y bajando; de pronto iba un señor entrando y le dijo a otro policía que fuera y le trajera a ese señor. Lo trajo y le pidió la cédula y el agente le dijo: ¿cierto que el señor lo trae en la motocicleta? Y el señor le dijo: disculpe señor agente pero yo no lo conozco a él, ni yo he venido con nadie. Entonces en ese momento el señor agente me dijo que mi motocicleta quedaba detenida y yo le dije agente que me daba mucha pena pero yo no me dejaba detener la motocicleta y entonces arranque a irme.

El señor agente me cogió de la cabrilla de mi motocicleta y comenzó a jalarme hasta que me caí y la motocicleta me cayó encima; la gente que estaba cerca me ayudó a levantar, me lesionó una pierna causándome una lesión en la rodilla y entonces otro agente me quito las llaves y me dijo que quedaba detenido por haber agredido a un policía. Me llevaron al Palacio de Justicia, me llevaron al hospital donde me cogieron puntos en la herida que llevaba, me indagaron, me metieron 72 horas en el calabozo, siendo yo el atropellado.

Al otro día me sacaron, me indagaron y me llevaron donde el juez y salí libre, no encontraron culpabilidad. Uno de los dos agentes dijo que yo lo había lesionado. Aquí atropellan a la gente y el culpable es uno.
El señor policía que comenzó el asunto se quedó con mis documentos, que me los pidieron en el Palacio de Justicia; me entrego luego mi cédula, las llaves de la moto y el inventario de la moto, pero no la tarjeta de propiedad, ni la licencia, ni el seguro de mi motocicleta. Ya hace un mes y mi motocicleta sigue indocumentada.

Instaure una demanda contra el agente y hasta ahora no he tenido una respuesta; también le informe lo sucedido al comandante de transito y nada sucedió. En la reunión que tuvimos con el General Palomino, le hice conocer mi caso pero hasta hoy en día no tengo los documentos de mi motocicleta.
ENCUENTRO NACIONAL DE MOTOTRABAJADORES EN POPAYAN


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